En general, la alimentación balanceada consiste en ingerir una variedad de alimentos que permiten al organismo absorber todos los nutrientes esenciales para estar sano y sentirse bien.
Mantener una dieta saludable ayuda a protegernos de la malnutrición.
Generalmente, las personas que no llevan una alimentación adecuada tienen mayor disposición a padecer enfermedades como diabetes, osteoporosis, anemia, entre otras.
Así, la composición exacta de una alimentación equilibrada y saludable varía según las características individuales de cada persona, contexto cultural, alimentos disponibles localmente y hábitos alimenticios.
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Beneficios de la alimentación balanceada
- Mantiene la salud de la piel, los dientes y ojos
- Mejora el sistema inmunológico
- Fortalece los huesos y evita la osteoporosis
- Reduce el riesgo de las enfermedades del corazón
- Ayuda al sistema digestivo a funcionar mejor
- Mantiene un peso saludable
Generalmente, una alimentación saludable incluye la ingesta de proteínas, frutas, verduras, legumbres, frutos secos y cereales integrales.
¿En qué consiste una alimentación saludable?
En general, la alimentación balanceada debe ser:
Completa: Debe contener todos los nutrientes, e incluir un alimento de cada uno de los tres grupos en cada comida.
Equilibrada: Los nutrientes deben guardar las proporciones apropiadas entre sí.
Suficiente: Cubrir las necesidades de todos los nutrientes, de tal manera que se tenga una buena nutrición y peso saludable.
Variada: Incluir diferentes alimentos de cada grupo en las comidas.
Inocua: Su consumo habitual no implica riesgos para la salud.
Adecuada: Acorde con los gustos y la cultura de cada persona.
Recomendaciones para una alimentación saludable
Una alimentación acompañada de hábitos de vida saludables, es la receta ideal para conseguir un buen estado de salud. Para ello, es recomendable:
- Consumir más carbohidratos del grupo de las féculas y alimentos integrales como pan, arroz y cereales.
- Comer más fruta y hortalizas, procurando llegar a cinco piezas o raciones al día como mínimo.
- Reducir el consumo de sal comiendo menos alimentos envasados, como platos precocinados y snacks, y clocando menos sal a los alimentos.
- Para seguir una dieta variada, cambie la lista de las compras todas las semanas para salir del círculo vicioso de los alimentos pocos sanos y disfrutar más de la comida.
- Mantener un horario regular, una rutina ayuda a la mayoría de las personas a controlar su dieta.
- Aumentar la actividad física, esto ayudará a regular el apetito y permitirá comer más sin ganar peso.
Fuente: Vitónica
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