Las frutas y verduras de temporada son las más saludables, pero ¿qué pasa con los alimentos congelados y enlatados? ¿Cuál es su método de conservación para mantener sus vitaminas y minerales?
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No hay ninguna duda sobre lo alimentos más saludables. Esos son los frescos y enteros. Si son de temporada, mucho mejor. Pero los congelados y conservados pueden ser una opción para completar la dieta, siempre que estén libres de aditivos.
Las frutas y verduras frescas se congelan unas pocas horas después de la cosecha, lo que tiene ventajas claras. Las vitaminas no van a sufrir con el transcurso del tiempo y los cambios de temperatura.

Un estudio de la Universidad de Hamburgo muestra que el contenido de vitamina C de los guisantes crudos se reduce significativamente después de siete días de almacenamiento a temperatura ambiente, mientras que el contenido apenas cambió después de dos años de almacenamiento en congelación a -25 grados.
Además, las frutas y verduras no tienen conservantes ni aditivos. Algunas verduras se escaldan antes de la congelación, en un proceso de desinfección, lo que reduce su contenido de vitamina C y del grupo B.
La pérdida se sitúa en una media del 50%, pero una destrucción similar se produce con los guisantes en las primeras 48 horas después de la cosecha.
A final de cuentas, el valor nutricional de unos guisantes congelados y unos frescos acaba siendo similar.
No se puede decir lo mismo de los platos preparados congelados en general; la mayoría son ultraprocesados y tienen ingredientes poco saludables, como grasas refinadas, azúcares y demás aditivos.
Enlatados
En comparación con los productos frescos o congelados, las frutas y verduras en frascos o latas tienen un contenido menor de nutrientes y se pasteurizan para eliminar microorganismos e inactivar enzimas.

Esto hace que el producto sea duradero, pero repercute en importantes nutrientes como las vitaminas sensibles al calor (vitaminas C, A, B1, B2 y el ácido fólico). Además, suelen añadirse azúcar, sal y aditivos conservantes.
Ten en cuenta algunos criterios:
- Elige alimentos congelados de origen lo más cercano posible.
- No los mantengas en la nevera más de 5 días.
- Abre el congelador el tiempo justo para meter o sacar el alimento.
- Elige un congelador de eficiencia energética A.
- Ajusta la temperatura del congelador a -15 ºC.
Si comparas el contenido nutricional de los productos congelados y enlatados, los alimentos congelados claramente obtienen mejores resultados.
Sobre el impacto ambiental, depende de muchos factores. Desde el origen del producto a variables que dependen del comportamiento del consumidor.

