Las vacaciones también propician que comamos más fuera de casa; conllevando a un abuso del alcohol, platos preparados, fritos, rebozados y con el consiguiente exceso de sal, grasas saturadas y azúcares refinados

En verano, las personas suelen disfrutar de los alimentos veraniegos tradicionales; como el gazpacho, de valor gastronómico, que tienen propiedades beneficiosas para la salud.

Otro ejemplo de alimentos veraniegos son las frutas de temporada; como el melón y la sandía, apreciados por ser refrescantes y ricos en fibra

Por lo tanto, las personas deben encontrar el equilibro en estos alimentos; resultan muy placenteros pero deben suponer la menor parte de nuestra dieta veraniega.

Por su parte, hay alimentos que se consumen todo el año, pero que son considerados poco saludables por la población. Entre ellos, el café o el cacao.

Beneficios del gazpacho

Esta sopa fría, conocida como gazpacho, es típica de la dieta mediterránea y está compuesta de vegetales frescos, fundamentalmente tomate, pimiento y pepino. Los distintos fitoquímicos que contienen actúan en el organismo de forma sinérgica.

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Al menos, esto es lo que demostraron los investigadores gracias a un nuevo ensayo; que analiza el impacto de la dieta mediterránea sobre la salud cardiovascular.

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De hecho, se comprobó que el gazpacho protegía frente a la hipertensión arterial. La alimentación rica en vegetales, con alto contenido en potasio y otros componentes bioactivos presentes en la base de la dieta DASH.

Pescado sí, pero no frito

Cuando estamos en la playa nos decantamos más por el consumo de pescado, porque suele ser fresco. El pescado está asociado probablemente a un riesgo reducido de enfermedad cardiovascular y de infarto de miocardio. De ahí la recomendación de su consumo, al menos, dos o tres veces a la semana. 

Con información de: CuídatePlus

A tu salud…