En la tercera edad, los episodios de alucinaciones pueden presentarse, como bien le sucedió al caballero de la triste figura, que nació en algún lugar de la Mancha; que aunque nos hacía reír con sus alucinaciones, viendo dragones donde solo había molinos de vientos, lo cierto es que estos episodios de alucinación necesitan tratamiento médico.

Pero a veces las alucinaciones pueden pasar inadvertidas porque no se reconocen claramente los síntomas. Incluso se desconoce si trata de un episodio de alucinación o de delirio.

Es por esto que en la presente nota te daremos información sobre los síntomas más notorios de esta alteración de la percepción; en el adulto mayor.

Las alucinaciones en la tercera edad ¿qués son?

alucinaciones en la tercera edad
Tomada de Pexel

Las alucinaciones en la vejez son motivos de largas discusiones entre especialistas todavía. Sin embargo, hay una constante que habría que resaltar aquí, una idea que aparece en la mayoría de las opiniones que tratan de definir qué es o qué son las alucinaciones. Y es que se trata de un tipo de delirio también, ya que hace creer a la persona que están pasando cosas, que en realidad no tienen cabida en la realidad.

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No obstante, las alucinaciones en la tercera edad no están necesariamente relacionadas con el proceso de envejecimiento natural; en cualquier caso, sí podría estar vinculado su aparición en edades avanzadas, con posibles casos de demencia.

Tanto la pérdida de memoria, como el deterioro de la atención, los trastornos del sueño, la falta de discernimiento de lo que acontece en la realidad, son apenas algunas señales de las personas que sufre de alucinaciones en la vejez. Por esto, no es extraño que se muestren en algunas ocasiones agresivos, con alteraciones del ánimo de modo repentino, indicando episodios de paranoias.

Diferenciar la alucinación del delirio

Si un abuelo en determinado contexto comienza a percibir la realidad concreta de su entorno desde un óptica muy particular, entonces estaríamos hablando de delirio; pero cuando la personas está, en cambio, ya no percibiendo ese contexto inmediato de tal o cuál manera, sino alucinando cosas que no están pasando, que no tienen cabida en ese momento, como voces, personas u objetos, entonces, estaríamos frente a un episodio de alucinación.

Las alucinaciones en la tercera edad pueden cursar a veces con el delirio; pero hay que saber identificar cada una en el momento en que se presente. Incluso llevar un diario de sucesos, para dárselo al médico tratante para identificar en qué momentos suelen aparecer y qué los podría motivar.

Fuente: Webconsultas