La alergia alimentaria es una respuesta exagerada del sistema inmunológico a ciertas proteínas presentes en los alimentos. En los bebés y niños pequeños, la alergia más frecuente es la Alergia a la Proteína de Leche de Vaca (APLV), que afecta aproximadamente al 2.5% de esta población. Entender esta condición es crucial, ya que un diagnóstico temprano y un manejo adecuado aseguran el crecimiento y desarrollo óptimos del bebé.
La APLV se manifiesta de diversas formas, lo que a veces dificulta su detección. Los síntomas pueden aparecer inmediatamente después de la ingesta o de forma tardía, horas o incluso días después. Es vital diferenciar esta alergia de la simple intolerancia a la lactosa, un problema digestivo que no involucra al sistema inmune. La APLV requiere una estricta evitación del alérgeno para prevenir reacciones graves.

Imagen de Marjon Besteman en Pixabay
Síntomas de Alerta: Señales que no Debes Ignorar
Las manifestaciones de la APLV varían y pueden involucrar el sistema digestivo, la piel y el sistema respiratorio.
- Manifestaciones Digestivas: Estos son los síntomas más comunes. Incluyen vómitos frecuentes o persistentes, rechazo al alimento, cólicos intensos, diarrea o heces blandas. Una señal de alarma importante es la presencia de moco o sangre en las heces (proctocolitis).
- Manifestaciones Cutáneas: El contacto con la proteína puede causar reacciones inmediatas como urticaria (ronchas), enrojecimiento, e hinchazón alrededor de la boca, labios o garganta. La dermatitis atópica severa también puede estar asociada con APLV.
- Manifestaciones Respiratorias: Aunque menos frecuentes, se pueden presentar sibilancias, tos, dificultad para respirar o rinitis.
Ante síntomas graves como hinchazón generalizada, dificultad respiratoria o palidez marcada, busca atención médica de emergencia.
Tipos de Reacción: Inmediata vs. Retardad
Los especialistas clasifican la APLV según la respuesta inmunológica:
- Reacción Mediada por IgE (Inmediata): Los síntomas aparecen rápidamente, a menudo minutos después de la ingesta. Involucra principalmente reacciones cutáneas y, en casos serios, puede desencadenar anafilaxia.
- Reacción No Mediada por IgE (Retardada): Los síntomas digestivos (diarrea, sangre en heces, enteropatía) aparecen horas o días después. Esta es la forma más frecuente en bebés pequeños y puede causar mala absorción o bajo aumento de peso.
Diagnóstico y Manejo Nutricional
Si sospechas que tu bebé tiene APLV, consulta a tu pediatra o a un alergólogo. El diagnóstico a menudo implica:
- Diario de alimentos: Registrar los alimentos consumidos y la aparición de los síntomas.
- Dieta de eliminación: Excluir la leche de vaca y sus derivados de la dieta del bebé o de la madre lactante.
- Pruebas alérgicas: El alergólogo puede realizar pruebas cutáneas o análisis de sangre para IgE.
El tratamiento principal consiste en la eliminación estricta de la proteína de la leche de vaca. Si el bebé toma fórmula, el médico indicará una fórmula extensamente hidrolizada o, en casos graves, una fórmula elemental a base de aminoácidos. Las madres que dan lactancia materna deben seguir una dieta sin lácteos y deben suplementarse con calcio y vitamina D.
Conclusión
La APLV es una condición manejable. La mayoría de los niños superan la alergia antes de los tres años de edad. Mientras tanto, reconocer los síntomas, consultar a los profesionales de la salud y mantener una dieta de eliminación rigurosa son los pasos más importantes. Al tomar estas medidas, aseguras que tu bebé reciba la nutrición necesaria para crecer sano y fuerte.

Cuenta con una valiosa trayectoria en el mundo editorial para productos impresos y digitales participando en los procesos de corrección, edición e investigación.

