Esta práctica ha ganado popularidad por sus supuestos beneficios para la salud, pero es crucial entender que conlleva riesgos y debe realizarse con precaución y, preferiblemente, bajo supervisión médica
El ayuno prolongado es una práctica que consiste en abstenerse voluntariamente de consumir alimentos, y en ocasiones incluso líquidos calóricos, por periodos que superan las 24 horas. A diferencia del ayuno intermitente, que se enfoca en ciclos diarios de 12 a 16 horas, el ayuno prolongado generalmente abarca desde 36 a 72 horas o más, y se asocia con efectos más intensos en el cuerpo. (Imagen superior de Nataliya Vaitkevich en Pexels).

Beneficios Potenciales
Durante el ayuno prolongado, el cuerpo pasa por una serie de cambios metabólicos significativos. Cuando se agotan las reservas de glucosa, el cuerpo entra en un estado de cetosis, usando las grasas como su principal fuente de energía. Este proceso está vinculado a varios beneficios potenciales:
- Autofagia y Reparación Celular: A partir de las 24-48 horas de ayuno, se cree que se activa la autofagia, un proceso de «limpieza celular» en el que el cuerpo recicla y elimina componentes celulares dañados. Se ha investigado su potencial para la regeneración de tejidos y la prevención de enfermedades degenerativas.
- Pérdida de Peso y Grasa: El ayuno prolongado obliga al cuerpo a utilizar las reservas de grasa para obtener energía, lo que puede resultar en una significativa pérdida de peso y grasa corporal en un periodo corto.
- Mejora de la Sensibilidad a la Insulina: Al no haber ingesta de glucosa, el ayuno ayuda a reducir los niveles de insulina, lo que podría mejorar la sensibilidad del cuerpo a esta hormona.
- Claridad Mental: Algunas personas reportan una mayor claridad mental, concentración y una sensación de bienestar después de que el cuerpo se adapta al ayuno, debido al uso de cuerpos cetónicos como combustible cerebral.
Riesgos y Consecuencias
A pesar de los beneficios, el ayuno prolongado no es para todos y puede tener efectos adversos si no se realiza correctamente.
- Pérdida de Masa Muscular: Si el ayuno se extiende demasiado, el cuerpo podría empezar a descomponer proteínas musculares para obtener energía.
- Deficiencias Nutricionales y Deshidratación: La falta de alimentos puede llevar a deficiencias de vitaminas y minerales. Además, la deshidratación y los desequilibrios electrolíticos son riesgos serios, ya que gran parte de la hidratación proviene de los alimentos.
- Efectos Secundarios: Los síntomas comunes incluyen mareos, fatiga, irritabilidad, dolores de cabeza, náuseas e hipotensión (baja presión arterial).
- Síndrome de Realimentación: Este es un riesgo grave al romper el ayuno. Ocurre cuando se reintroduce una gran cantidad de carbohidratos de golpe, causando cambios drásticos en los niveles de electrolitos que pueden ser fatales.
- Riesgos para la Salud: El ayuno prolongado está contraindicado en personas con trastornos alimenticios, diabetes (tipo 1 o 2), bajo peso, mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, y personas con problemas renales o cardíacos.

Cómo Hacer Ayuno Prolongado de Forma Segura
Si decides probar el ayuno prolongado, es fundamental que lo hagas con precaución:
- Consulta a un Médico: Antes de comenzar, habla con un profesional de la salud. Un médico puede evaluar si eres un candidato adecuado y puede ofrecerte supervisión, especialmente si tienes condiciones de salud preexistentes.
- Preparación: Comienza con ayunos más cortos (como de 16-24 horas) para que tu cuerpo se acostumbre. En los días previos, consume alimentos nutritivos y ricos en grasas saludables.
- Hidratación y Electrolitos: Durante el ayuno, consume abundante agua. También es crucial reponer los electrolitos perdidos con una pizca de sal marina, caldo de verduras o suplementos de magnesio y potasio.
- Rompe el Ayuno con Cuidado: Esta es la fase más importante. Rompe el ayuno con una comida pequeña, rica en grasas y proteínas, como un caldo de huesos o una ensalada. Evita las comidas pesadas y los carbohidratos procesados para no provocar el síndrome de realimentación.
- Escucha a tu Cuerpo: Si experimentas síntomas graves como palpitaciones, dolor de pecho o debilidad extrema, detén el ayuno inmediatamente y busca ayuda médica.
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