En la era de la productividad constante, donde la auto-optimización y el «hustle culture» parecen ser la norma, ha surgido una contracultura en las redes sociales que aboga por todo lo contrario: el «bed rotting».

Este término, popularizado en plataformas como TikTok, describe la práctica de permanecer en la cama durante largos periodos del día, a menudo sin un propósito más allá de la simple inactividad, el descanso o el consumo pasivo de contenido digital.

Lejos de ser un simple acto de pereza, el «bed rotting» se ha convertido en una tendencia que refleja una necesidad colectiva de desconexión y un cuestionamiento de las presiones de la vida moderna.

bed rotting
Foto referencial – Imagen de gq

¿Qué es el «bed rotting»?

Literalmente, «bed rotting» se traduce como «pudrirse en la cama». Sin embargo, su significado va más allá de la literalidad. Implica pasar horas, o incluso un día entero, acostado en la cama, realizando actividades de bajo esfuerzo como ver series, desplazarse por redes sociales, leer un libro o simplemente «no hacer nada».

A menudo, se acompaña de snacks y bebidas, creando una especie de santuario personal de comodidad y aislamiento. No se trata de dormir, aunque una siesta pueda ser parte del «ritual», sino de un estado de vigilia inactiva y voluntaria.

Es importante diferenciar el «bed rotting» de la depresión o la falta de motivación clínica. Si bien una persona deprimida puede pasar mucho tiempo en cama, el «bed rotting» se presenta como una elección consciente, un escape momentáneo y deliberado de las responsabilidades y el estrés.

Quienes lo practican lo ven como una forma de autocuidado, una manera de recargar energías y desconectar del bombardeo de información y las expectativas sociales.

¿Por qué se ha convertido en tendencia?

La popularidad del «bed rotting» se puede atribuir a varios factores interconectados que resuenan profundamente con las generaciones más jóvenes, particularmente la Generación Z y los millennials:

  1. Reacción al «hustle culture» y el burnout: Durante años, la cultura dominante ha glorificado la productividad extrema, el trabajo sin descanso y la constante búsqueda de logros. Esto ha llevado a altos niveles de estrés, ansiedad y, en muchos casos, a un agotamiento severo o «burnout». El «bed rotting» surge como una respuesta directa a esta presión, una forma de rebelarse contra la idea de que cada minuto debe ser productivo y de abrazar el derecho a simplemente existir y descansar.
  2. Sobrecarga de información y estímulos: Vivimos en un mundo hiperconectado, donde la información y los estímulos digitales son constantes. Las redes sociales, las noticias 24/7 y la exigencia de estar siempre disponible pueden ser abrumadoras. El «bed rotting» ofrece un respiro de este bombardeo, una oportunidad para desconectar y reducir la sobrecarga sensorial.
  3. Búsqueda de autocuidado y bienestar mental: Cada vez hay mayor conciencia sobre la importancia de la salud mental. El «bed rotting» es interpretado por muchos como una forma de autocuidado, una manera de priorizar el bienestar emocional y mental por encima de las obligaciones externas. Se percibe como un espacio seguro para procesar emociones, reducir el estrés y simplemente «ser».
  4. Autenticidad y transparencia en redes sociales: Plataformas como TikTok han fomentado una cultura de mayor autenticidad y vulnerabilidad. Compartir experiencias de «bed rotting» permite a los usuarios conectar con otros que sienten lo mismo, creando una comunidad en torno a la idea de que está bien no estar siempre «on» y de reconocer la necesidad de descanso. Se normaliza el cansancio y la necesidad de retiro.
  5. Accesibilidad y simplicidad: A diferencia de otras tendencias de bienestar que pueden requerir equipo especializado o un presupuesto elevado, el «bed rotting» es accesible para todos. Solo se necesita una cama. Esta simplicidad lo hace atractivo y fácil de adoptar.

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Consideraciones y posibles riesgos

Si bien el «bed rotting» puede ofrecer beneficios en términos de descanso y reducción del estrés a corto plazo, es fundamental abordarlo con moderación y autoconciencia. Permanecer en cama durante periodos excesivos puede tener consecuencias negativas:

  • Impacto en el sueño: Confundir la cama con un espacio para la inactividad prolongada puede alterar el ciclo de sueño-vigilia, dificultando conciliar el sueño por la noche y afectando la calidad del descanso.
  • Aislamiento social: El retiro excesivo puede llevar a la desconexión de amigos y familiares, afectando las relaciones interpersonales y la sensación de pertenencia.
  • Empeoramiento de la salud mental: Para algunas personas, el «bed rotting» puede ser un síntoma o un factor que exacerbe condiciones como la depresión, la ansiedad o la falta de motivación. Si se acompaña de sentimientos persistentes de tristeza, desesperanza o incapacidad para funcionar, es crucial buscar ayuda profesional.
  • Impacto en la salud física: La inactividad prolongada puede llevar a problemas físicos como dolores musculares, problemas de circulación, y en casos extremos, afectar la condición física general.

En conclusión, el «bed rotting» es un fenómeno que refleja una necesidad genuina de descanso y desconexión en una sociedad que a menudo exige demasiado. En su justa medida, puede ser una herramienta válida para el autocuidado. Sin embargo, como con cualquier tendencia, la clave reside en el equilibrio y la autoconciencia para asegurar que sea una práctica saludable y no un escape perjudicial.

Fuente: mejorconsalud

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