Aunque no hay en este mundo dos personas iguales y que también se sabe que cada persona vive de forma diferente sus procesos, en los tratamientos de fertilidad podemos decir que sí existe un período en el que la mayoría de las pacientes coinciden sobre de las dificultades que suelen presentarse, en esos días posteriores a la realización de un tratamiento de fertilidad, la llamada “BETA-ESPERA

Pasar por un tratamiento de reproducción asistida puede llegar a ser un transitar difícil y doloroso en sus diferentes etapas. Pero una de las etapas que mayor ansiedad pude generar es la llamada beta-espera.

La beta-espera, es el tiempo que pasa desde que se han cumplido todos los pasos de un tratamiento de reproducción asistida, hasta el análisis de sangre y la obtención de los resultados. Donde se evaluará la presencia o no de la hormona beta HCG -gonadotropina coriónica humana-; que es la hormona con la cual se detecta que ha ocurrido una implantación embrionaria; y por tanto, estaríamos ante un posible embarazo.

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Este período dura quince días. Para algunas mujeres pasan rápido y para otras son eternos. Este período de espera suele vivirse por la mayoría -dentro de la que me incluyo- como uno de los momentos de todo el proceso de tratamiento, que genera mayor ansiedad

Es una fase de espera en la que se vive con temor, se quiere hacer todo perfecto y  la incertidumbre por el resultado suele ser muy grande. Por eso desde mi experiencia me parece prudente poder desmentir algunos aspectos.

Una vez que se ha logrado llegar a la beta-espera, ya NO EXISTE NADA QUE PODAMOS HACER en cuanto al tratamiento propiamente dicho; no nos queda más que esperar y llevar una vida normal.

Lo que hagas durante esos días NO influye en que el embrión se implante o no; claro está, sin esfuerzos a los que no estés acostumbrada. No se ha demostrado que el reposo absoluto tenga un papel imprescindible, ni una alimentación particular, sigue como siempre una alimentación balanceada será suficiente. Quiero que entiendas que has hecho todo lo mejor que pudiste; y llegar hasta donde estás, ya es un gran logro, así que no te atormentes.

También, considero importante que sepas, que los síntomas durante esta etapa de beta-espera tienen que ver con toda la medicación que se te ha indicado para el tratamiento; por ello, no te angusties buscando síntomas de menstruación o de embarazo, pues mucho de lo que podrás experimentar puede ser consecuencia de la medicación.

Beta-espera
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También te puede suceder que no sientas absolutamente nada durante este tiempo de espera.

He atravesado no menos de cinco beta-esperas, y aun así, no puedo decirte que nunca me he dejado llevar por la emocionalidad, porque sería mentirte; el temor siempre está, la expectativa ante un tratamiento siempre será muy alta, por muy consiente que estés de que como puede ser positivo, también puede ser negativo. Por ello, desde mis vivencias, quisiera decirte lo que me ha funcionado para hacerlo más llevadero

Tips para una beta-espera, según mi experiencia

  • Lo primero, y que me ha servido muchísimo, es hacer mi vida normal, seguir con mis rutinas del día a día. Mantenerme ocupada en el trabajo y hacer mis actividades de entretenimiento, esto me ayuda muchísimo a tener la mente ocupada y no pensar tanto que el futuro; poder vivir un día a la vez, hasta el día de la prueba.
  • Si bien me tomo las cosas con más calma, evito caer en el reposo excesivo, esto no es necesario, a menos que tengas una indicación médica particular, pero de lo contrario, el dejar de trabajar y encerrarte en casa en lugar de ayudar hará todo lo contrario, cuánto más espacio dejes en la mente para pensar, aumentará tu ansiedad.
  • De las cosas más difíciles que me ha tocado hacer es no obsesionarse con los síntomas, esto es sumamente complicado, les hablo con entera sinceridad, pero es fundamental. A veces pasamos horas buscando señales: una mancha, un mareo, un dolor; y esto es muy subjetivo, pues los medicamentos tomados para tu tratamiento pueden generarte muchos de los síntomas.
  • Aunque suene duro -y desde mi experiencia- igual dolerá confirmar que no se dio; es importante prepararse para un resultado negativo, en los tratamientos de fertilidad no siempre todo es color de rosas y no se logra siempre el embarazo en el primer intento, en muchas ocasiones requerirás más de un intento. Por ello hay que mantenerse animados y positivos; pero a la vez con muchas fuerzas por si te toca volver a intentarlo.
Beta-espera
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El tener claro todo el panorama de lo que puede suceder te ayudará a evitar que te sientas fracasada o frustrada

  • Si estás en este camino en pareja, el apoyarse y respetarse mutuamente es muy importante; ambos deben comprender que las emociones y sentimientos del otro no son iguales ni tienen que serlo; teniendo esto claro, el camino se hace más llevadero.
  • Aunque estés clara que como puede funcionar, también puede que no, siempre debes mantener una actitud positiva y tranquila; es importante bajar lo más posible el estrés y la ansiedad. Puedes apoyarte en relajaciones, ejercicios de respiración, caminar…
  • Si lo consideras necesario busca apoyo profesional,no está mal si sientes que debes acudir a la ayuda de un psicólogo o terapeuta para sobrellevar la angustia y canalizar tus sentimientos. Si sientes que lo necesitas busca apoyarte, para eso están dentro del marco de estos procesos de fertilidad.
  • Después de transitar por tratamientos de fertilidad, superar miles de pruebas, pasar por una que otra alteración hormonal y todo el miedo durante los días de beta- espera, lo único que queremos oír es que “la beta es positiva”. Vivir este gran sueño y las sensaciones intensas de triunfo de haberlo logrado.

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Sin embargo, si no sucede, si escuchas el horrible NEGATIVO, el tiempo se detiene, es un golpe al corazón que duele en lo más profundo.

Muchas personas, incluidos los profesionales salud, ante este dolor tan grande de la madre y la pareja en sí, reaccionan sin empatía; con frases que en ocasiones frustran más que el propio resultado: “están jóvenes”, “esto suele pasarle a muchos”, “pronto vuelven a intentar”. Palabras con las que intentan consolar ese gran dolor que produce ver a una mujer caída ante ese gran sueño

Y es que, en términos generales, a los seres humanos nos cuesta mucho contener al otro en el dolor. Tanto, que decimos frases hechas, sin pensar el impacto que pueden tener en quién recibe una noticia tan mala; pero la realidad estas frases siempre se han dicho y posiblemente se sigan diciendo.

Pero quizás, si hay algo valioso que hacer, no se necesitan unas palabras rápidas para animarnos, ni una sala de ginecología fría y vacía, con protocolos médicos que seguir (ojo que considero son necesarios, pero para un poquito después).

Creo que se debe hacer más humano este difícil momento; unos minutos sin hablar, quizás una mano que nos agarre fuerte, una persona que te diga: “que duele, que duele mucho, que puedes llorar, que tienes permitido romperte, y que están ahí para ti para cuando te sientas con las fuerzas necesarias para levantarte…”

La beta-espera no es un período fácil; no es fácil, porque el final no siempre será feliz y lo sabemos; por eso, creo que es necesario que cada vez se ponga más atención -en esos momentos tan vulnerables- a lo que le decimos a alguien que está pasando por esta situación y la manera en que se lo decimos; porque en momentos tan sensibles puedes dejar una huella que pueda paralizar a esta persona para continuar.

No sé cuál situación puedas estar atravesando, pero te digo: está bien si ahorita no estás bien, está bien darte una pausa, está bien no estar bien; reconocerlo y sanarlo es vital para que puedas continuar. 

Att: Yuraima Medina

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