Hace varios años, comenzó a difundirse una situación entre los ciclistas; ya que la literatura científica asociaba el uso de las bicicletas con el aumento de los niveles séricos del marcador de cáncer de próstata.
Un artículo publicado en 2013 por el Instituto del Deporte Victoria, en Melbourne, fue de los primeros en advertir que pedalear largas distancias aumentaba los niveles de PSA; antígeno para descubrir este cáncer, en hombres a partir de los 50 años de edad. Se vio que este incremento, incluso, era transitorio.
Esta interesante situación llamó la atención de los científicos, quienes comenzaron a realizar estudios al respecto. Analizaron los niveles de PSA en 129 varones. A todos se les hizo doble determinación del antígeno; antes de pedalear de 55 a 160 kilómetros y 5 minutos después de haber realizado el esfuerzo.
Se comprobó que mientras a más edad, más subía el PSA, que llegó a aumentar en un 9,5%. Por ello, en las conclusiones del estudio recomendaban abstenerse de montar en bici durante las 24 a 48 horas previas a la analítica del PSA.
Dos años después, se publicó una revisión sobre el efecto de la bici en el PSA, elaborada por un equipo de kinesiólogos en Canadá. Sin embargo, los resultados no fueron lo suficientemente concluyentes.
De 8 estudios, solo dos mostraron aumentos del PSA, tras un pedaleo de duración variada. Otros seis no arrojaron diferencias significativas entre los datos recogidos, antes y después del recorrido en bicicleta
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Según Bernardino Miñana, director del Departamento de Urología de la Clínica Universidad de Navarra (CUN), la repercusión del ciclismo varía de una persona a otra; y se provocaría por la compresión ejercida sobre la próstata a través del periné.
Bicicleta y Cáncer de próstata: ¿Hay alguna relación?
“Estaría influenciada tanto por la anatomía pelviana de cada varón como por la intensidad del ejercicio y la presencia de enfermedades prostáticas previas; pero eso no significa que montar en bicicleta aumente el riesgo o sea causante de enfermedades prostáticas”, aclara.
El urólogo recuerda que hay otras situaciones muy concretas por las que también pueden elevarse los valores del PSA; de forma transitoria y similar a lo que puede ocurrir con la bicicleta. Las relaciones sexuales (eyaculación), la realización de procedimientos urológicos transuretrales (como el sondaje o una cistoscopia). Asimismo, las inflamaciones de la próstata (prostatitis), que pueden cursar de forma asintomática.