En general, los agentes de bioterrorismo son los organismos o toxinas que tienen el potencial de causar enfermedades y la muerte en humanos, animales o plantas. Estos patógenos pueden representar una amenaza seria para los humanos, y los pueden exponer a perder la vida.
Los agentes de bioterrorismo pueden usarse tal y como se encuentran en la naturaleza o incluso pueden modificarse; con la finalidad de mejorar su virulencia. Hasta la fecha, han ocurrido varios incidentes de bioterrorismo, que han provocado terror en el mundo.
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Los agentes bioterroristas se clasifican como armas de destrucción masiva; y aunque esta frase se ha hecho popular, lo cierto es que ha sido una amenaza para la sociedad durante siglos.
Los casos de bioterrorismo se remontan al siglo XI a.C. Allí, los asirios utilizaron el hongo cornezuelo de centeno, para envenenar los pozos enemigos. Otro caso es la Peste Negra, que llegó a Europa desde Crimea luego de catapultar cadáveres con el virus durante el asedio de Caffa.
Agentes de bioterrorismo
Hace años, Estados Unidos sufrió un ataque bioterrorista. Comenzaron a recibir cartas mezcladas con ántrax en el correo, luego de los ataques del 11 de septiembre de 2011. Murieron 5 personas y 17 resultaron heridas.
En la actualidad los científicos han identificado más de 65 agentes potenciales de bioterrorismo. Entre ellos estánel Bacillus anthracis (ántrax); Yersinia pestis (peste neumónica); Variola major (viruela), influenza (gripe aviar), Especies de Brucella (Brucelosis), arenavirus, bunyavirus y filovirus (fiebres hemorrágicas virales) y coronavirus asociado a SARS.
Que ya se hayan utilizado, le entregó a los científicos las herramientas para predecir cómo se pueden desarrollar con estos agentes; lo que permite prevenir y prepararse para controlar y minimizar el impacto de los ataques.
Los científicos temen la posibilidad de que los virus patógenos conocidos se reconstruyan con el resultado de mejorar su virulencia. En este sentido, también les preocupa que el uso de la tecnología sirva para desarrollar nuevos microorganismos; con el potencial suficiente para liberar sustancias químicas altamente tóxicas en el cuerpo.
