En la búsqueda de un descanso nocturno de calidad, muchas personas recurren a soluciones complejas, ignorando que la respuesta podría estar en algo tan simple y delicioso como una fruta de temporada. Las cerezas, especialmente las variedades ácidas como las Montmorency o guindas, han emergido como un aliado sorprendente en la lucha contra el insomnio y la mala calidad del sueño.
Más allá de su vibrante color y su refrescante sabor, estas pequeñas joyas rojas contienen un cóctel de compuestos que trabajan en sinergia para ayudarte a dormir mejor.

Melatonina: El principal aliado del sueño
El protagonista en esta historia es la melatonina, la «hormona del sueño» que nuestro cuerpo produce de forma natural para regular el ciclo circadiano, es decir, el ritmo de sueño-vigilia. A medida que cae la noche, la producción de melatonina aumenta, enviando la señal al cerebro de que es hora de prepararse para dormir. Sin embargo, factores como la exposición a la luz azul de las pantallas, el estrés o la edad pueden afectar negativamente la producción de esta hormona, lo que lleva a dificultades para conciliar o mantener el sueño.
Aquí es donde las cerezas entran en acción. A diferencia de otras frutas, las cerezas son una de las pocas fuentes dietéticas naturales de melatonina. Consumir un puñado de cerezas frescas o, de manera más concentrada (un vaso de su jugo) puede proporcionar una dosis adicional de esta hormona, ayudando a normalizar los ritmos circadianos y a facilitar el inicio del sueño.
Múltiples estudios científicos han investigado esta conexión, demostrando que el consumo de jugo de cereza ácida puede no solo reducir los despertares nocturnos, sino también aumentar el tiempo total de sueño y mejorar su eficiencia, lo que se traduce en un descanso más profundo y reparador.
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Triptófano y antioxidantes: Equipo de apoyo
Pero la melatonina no es el único factor. Las cerezas también son ricas en triptófano, un aminoácido esencial que el cuerpo utiliza para producir serotonina, un neurotransmisor que, a su vez, es precursor de la melatonina. Al aumentar los niveles de triptófano en el organismo, las cerezas contribuyen a una cadena de producción hormonal que fomenta la relajación y el bienestar, preparando el cuerpo y la mente para el descanso.
Además, el poder de las cerezas reside en su alto contenido de antioxidantes, como las antocianinas y los polifenoles. Estos compuestos tienen propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar a reducir el estrés oxidativo en el cuerpo. La inflamación crónica y el estrés pueden ser factores que interfieren con un buen sueño.
Al combatir la inflamación, las cerezas ayudan a crear un ambiente más propicio para la relajación y un sueño sin interrupciones. Esta combinación de melatonina, triptófano y antioxidantes hace de las cerezas una opción integral y natural para quienes buscan mejorar su descanso.
Cómo incorporar las cerezas para dormir mejor
Para aprovechar al máximo estos beneficios, se recomienda consumir cerezas, ya sea frescas, congeladas o en jugo (sin azúcares añadidos), una o dos horas antes de acostarse. Si bien las cerezas pueden ser una herramienta poderosa, es importante recordar que son un complemento a una buena higiene del sueño, que incluye mantener un horario regular, crear un ambiente oscuro y tranquilo, y evitar el uso de dispositivos electrónicos antes de dormir.
En definitiva, integrar las cerezas en tu dieta es una forma deliciosa y natural de nutrir tu cuerpo y darle el apoyo que necesita para alcanzar ese sueño reparador que tanto anhelas.
Fuente: glamour
Imagen destacada por: Екатерина Рыбалко

30 años. Actualmente tesista de la Licenciatura en Física, mención Física Médica. 9no semestre aprobado. Redactor en mis tiempos libres. ¡Me gusta aprender e innovar en todo! Amante del cine y buen café.

