El tratamiento quirúrgico del cáncer de mama ha evolucionado significativamente. Hoy, la meta no es solo la eliminación del tumor, sino también la preservación estética y la calidad de vida de la paciente.

La cirugía oncoplástica representa una nueva mirada a este abordaje, combinando técnicas oncológicas y plásticas para ofrecer resultados óptimos. El doctor Víctor Acosta, cirujano mastólogo y presidente de la Sociedad Venezolana de Mastología, nos guía a través de esta innovadora aproximación.

oncoplástica

Imagen de Sasin Tipchai en Pixabay

La evolución del tratamiento quirúrgico

Anteriormente, la mastectomía radical era el estándar. Sin embargo, el doctor Acosta destaca que ahora se busca conservar la mama siempre que sea posible. Esto mejora la calidad y el estilo de vida de la paciente.

  • La detección temprana del cáncer de mama, incluso en pacientes más jóvenes, permite más procedimientos conservadores.
  • Un buen resultado estético es crucial, ya que impacta la feminidad y la silueta de la mujer.
  • La cirugía oncoplástica integra técnicas oncológicas y plásticas para una resección óptima con un buen resultado estético.
  • En algunos casos, el resultado estético puede ser mejor que el preoperatorio, incluso después del tratamiento.

La filosofía oncoplástica: un abordaje integral

La cirugía oncoplástica busca equiparar las prioridades oncológicas y estéticas. El doctor Acosta enfatiza que no se debe sacrificar una por otra. Si se poseen los conocimientos adecuados, es posible lograr ambos objetivos.

Existen dos enfoques: el binomio cirujano mastólogo-oncólogo con cirujano plástico, o un cirujano mastólogo con formación en técnicas oncoplásticas. Este último enfoque, más arraigado en Europa y Sudamérica, permite un manejo integral.

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Detección temprana: la clave para la preservación

No toda paciente es candidata a una cirugía oncoplástica. Sin embargo, toda paciente se beneficia de una filosofía oncoplástica. Esto significa que el especialista debe conocer las virtudes de estas técnicas para saber cuándo aplicarlas.

El doctor Acosta subraya que el diagnóstico temprano es vital. Una mamografía anual para pacientes mayores de 35 años puede conducir a más procedimientos preservadores de la mama y, lo más importante, a una alta tasa de curación. Por ello, la concientización debe extenderse más allá de octubre, promoviendo «encuentros rosas» durante todo el año para educar y apoyar a pacientes y familiares. ¿Estás al día con tus chequeos preventivos?