Como ya sabes existen varios tipos de uvas, rojas, verdes, amarillas… y cada una de ellas tiene un sabor y unas propiedades distintas. Comer cualquiera de ellas de manera habitual puede mejorar la salud. Son ricas en nutrientes y en antioxidantes, como el resveratrol, que reduce el colesterol total y el malo (LDL)

Comer uvas ayuda a proteger la piel de los rayos UV – Imagen superior de Nicky en Pixabay

Además de los beneficios anteriormente descritos, una reciente investigación evidencia que consumir uvas puede proteger a la piel de los rayos ultravioleta. Se cree que los componentes naturales que se encuentran en las uvas, conocidos como polifenoles, son responsables de estos efectos beneficiosos para el organismo. La investigación fue realizada por científicos de la Universidad de Alabama (Estados Unidos).

Comer uvas

Para alcanzar esta conclusión, los especialistas analizaron el impacto de consumir uva entera en polvo. El equivalente a comer 2,25 uvas por día, durante 14 días contra el fotodaño de la luz ultravioleta. La respuesta de la piel de los participantes a la luz ultravioleta se midió antes y después de consumir uvas durante dos semanas, determinando la dosis umbral de radiación ultravioleta que indujo un enrojecimiento visible después de 24 horas, la dosis mínima de eritema (MED).

Beneficios de la uva en la piel

Comer uvas
Foto de Polina Tankilevitch en Pexels

La uva contiene polifenoles, potentes antioxidantes naturales que evitan que se degrade la producción de colágeno y elastina de nuestra piel. Esto supone que se contribuya a mantener la elasticidad y firmeza del cutis, retrasando el proceso natural de envejecimiento prematuro y la aparición de arrugas.

En este sentido, los investigadores observaron que se necesitaba una mayor exposición a los rayos UV para causar quemaduras solares luego del consumo de uva, y la MED aumentó en promedio un 74,8 por ciento.

Comer uvas
Foto de Ready Made en Pexels

El análisis de las biopsias de piel mostró que comer uvas se asoció con una disminución del daño del ADN, menos muertes de células de la piel y una reducción de los marcadores inflamatorios que, si no se controlan, juntos pueden afectar la función de la piel y potencialmente conducir a cáncer de piel.

«Vimos un efecto fotoprotector significativo con el consumo de uva y pudimos identificar las vías moleculares por las que se produce ese beneficio, mediante la reparación del daño del ADN y la regulación a la baja de las vías proinflamatorias. Las uvas pueden actuar como un protector solar comestible, ofreciendo una capa adicional de protección además de los productos de protección solar tópicos», detallaron los investigadores.

Con Información de: 20minutos.es

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