La escena se repite infinitas veces: sales corriendo de casa directo a una reunión, buscas a los niños y debes volver rápido a la oficina a resolver un montón de pendientes, no trajiste comida

Es preciso comer rápido para continuar las labores de la jornada. Te detienes en cualquier sitio de comida rápida, y generalmente te dan una bolsa caliente cuyo aroma te encanta al instante: huele divino.

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La rapidez de nuestra rutina y la falta de planificación de nuestro menú, y en general nos lleva a repetir esta escena con demasiada frecuencia. En ese trajín no nos detenemos a pensar en el aporte de nutrientes de esa comida, del jugo o refresco que acompaña al menú del día.

Mucho menos pensamos en las consecuencias de repetir esta elección constantemente. En general, la comida rápida tiene pocos nutrientes y muchas calorías, que pueden convertirte en una persona obesa. El problema no son esos kilos de más: son los riesgos asociados a esta característica. La diabetes, enfermedades del corazón e hipertensión arterial son algunos de ellos.

Imagen referencial – Foto de Polina Tankilevitch en Pexels

No solo tu cuerpo se afecta: también tu mente. Estudios han demostrado que existe una relación entre el consumo de este tipo de comida y un riesgo mayor de sufrir Alzheimer y depresión

En otros casos la historia es que trabajas y sacas los pendientes sin tomar el tiempo para ti, para comer, entonces pasas siete horas sin darle ningún sustrato a tu cuerpo o quizás solo le das algo dulce que pase por el frente, si te paras a comer piensas que no te dará chance de terminar los pendientes, así que pasan muchas horas sin una comida de calidad, cuando llega la tarde o noche tu cuerpo empieza a reclamar desesperadamente por algún sustrato que te de energía rápidamente, un dulce es lo que quiere y necesita tu cerebro.

Si no le das energía el no alimentos donde el tenga que trabajar para sacar la energía y por eso la necesidad de un dulcito, sin contar que cuando llegas a casa abrirás la nevera y lo comerás todo sin control, la consecuencia la misma que la historia pasada, sobrepeso y enfermedades crónicas no trasmisibles del adulto como dislipidemias, glicemias limítrofes y por lo general un descontrol hormonal.

Recuerda: lo barato sale caro. Planifica tu menú y adelanta algo de la comida algún día de la semana, haz que el consumo de alimentos pobres en nutrientes sea ocasional y cuida tu salud y tu figura

Texto original de la Lic. Ariana Araujo Tovar.

Nutricionista – Master en Psicología y Health Coach.

Creadora – Directora de Método Coma

Redes: @metodocoma

Con información de www.metodocoma.com

A tu salud…