La salud mental es lo que permite que las personas puedan tener una mejor conducción y actuación en el mundo. De cierta forma, podría sostenerse que está ligado al intelecto, que gobierna las operaciones racionales de la mente humana. Sin embargo el mundo moderno, con su ritmo y voracidad cotidiana puede torpedear un poco ese equilibro que proporciona una mentalidad sana, dadora de bienestar.
La preservación de la salud emocional es piso y sostén del mundo de cada individuo, porque desde allí podrá dar enfoque y sentido a su vida y a su entorno, procurando armonizar las interacciones con lo otros pero también consigo mismo. Pero con la pandemia, dicen varios informes médicos, la situación de equilibrio y bienestar emocional de las personas, ha sufrido fisuras. Dándose casos, unos más graves que otros, debido a el encierro, al miedo de contagiarse o a morir por el virus.
¿Cuál es la importancia de tener buena salud mental?
La salud mental positiva y sana es lo que le otorga un norte a las personas, una brújula que le permite proveerse de herramientas psíquicas y espirituales para tener una vida más armoniosa.
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Es decir, que la buena salud mental hace que las personas puedan enfrentar o controlar mejor el estrés cotidiano, pero también entablar relaciones fructíferas y sanas con sus semejantes; así mismo trabajar mejor para alcanzar metas a corto o mediano plazo; e igualmente brinda la oportunidad de servir mejor a los demás.
Tips para alcanzar el bienestar emocional
Ver la con optimismo
Mantener una buena actitud ante cada acción que se realiza es importante, porque permitirá que la persona pueda gestionar las emociones negativas ante momentos que pueden ser un poco complejos de superar. Esto no quiere decir que las personas deban privarse de sentir otras emociones, como la tristeza o el aburrimiento, no. Sino de mirar en todo un aprendizaje, pues todo puede tener un lado positivo. Conocer la infidelidad por parte de una pareja tiene algo positivo: que una verdad se ha revelado y cayó la mentira.
Agradecer
Muchos psicólogos y también literatura de crecimiento personas indican que hay que practicar la gratitud más a menudo. Agradecer por un nuevo día, por una salida con una puesta de sol emocionante, por una comida compartida en familia, por el presente que se vive, por las pequeñas cosas de la vida, que son las más vitales, y así un largo etcétera. Esto no es un llamado a la disociación sino a al reconocimiento de que se es afortunado, por el solo vivir.
Estar activos
El cuerpo y la menta requieren del movimiento, de hacer actividades al aire libre, hacer paseos cortos por la mañana, o trotar despacio unos pocos minutos al día, suman al desarrollo de la salud mental de una persona. El sedentarismo por el contrario nunca es buen consejero y, además, es perniciosa para la salud en general.
Meditar
Poner, como dicen lo yogis, la mente en blanco es otra forma de hallar cuotas de bienestar mental. El yoga da enfoque mental, mejora la concentración , mejora la respiración y más que aislar, conecta más a la persona con sus realidades. Es de hecho una forma de hacer higiene mental.
Fuente: MedlinePlus