Los niños que han sido expuestos a la contaminación del aire, como el humo de los incendios o el escape de los autos, pueden estar condenados a sufrir enfermedades cardíacas en su edad adulta; así como otras dolencias, según un nuevo estudio dirigido por la Universidad de Stanford.
Este estudio es de los primeros en su tipo. Investiga los efectos de la contaminación del aire a nivel celular y en centrarse; a su vez, en los sistemas cardiovasculares e inmunológicos de los niños.
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Anteriores estudios, de hecho, ya confirmaron que el aire contaminado altera la regulación genética de una manera que afecta la salud a largo plazo; pero este hallazgo podría cambiar la forma en que los expertos y padres opinan sobre el aire que respiran los niños.
Contaminación del aire
Al combinarse cuestionarios de salud, demografía, lecturas de presión arterial y muestras de sangre, los datos comenzaron a pintar un panorama diferente. Al usar la espectrometría de masas, para analizar las células del sistema inmunológico, permitieron mediciones más sensibles, de hasta 40 marcadores celulares simultáneos.
Esto proporcionó un análisis más profundo de los impactos de la exposición a la contaminación. Entre los hallazgos, se encuentra que la exposición a partículas fines, como monóxido de carbono y ozono, se relacionó a una mayor metilación, alteración del ADN que puede cambiar su actividad sin cambiar la secuencia.
De hecho, los investigadores hallaron que la exposición a la contaminación del aire está relacionada a un aumento de monocitos, glóbulos blancos que juegan un papel clave en la acumulación de placas en las arterias. Posiblemente, podría predisponer a los niños a enfermedades cardíacas en la edad adulta.