Los virus, como el coronavirus, usan diferentes tácticas y técnicas para seguir infectando a la población, esquivando las medidas de protección e incluso intentando evolucionar, para ganarle la carrera a las vacunas.

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El caso de la COVID-19 no es la excepción; la ciencia lidia con una enfermedad que se propaga aún mucho más rápido y fácil que la versión que surgió en Wuhan, China, a finales de 2019. Este fenómeno se explica porque van apareciendo variantes nuevas y mejoradas, que se vuelven difíciles de contener. Por ejemplo, la última y más reciente incorporada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) es la variante lambda, que se encontró en agosto de 2020 en Perú.

La OMS calificó «de interés»,una categoría en la que están seis mutaciones del SARS-Cov-2, que al confirmar su transmisión comunitaria, debe ser debidamente investigada por los expertos, sobre todo en América del Sur.

Según la OMS, las variantes se dividen en «de interés» y «de preocupación», en la que están cuatro tipos, entre ellas la británica alfa, la india delta y la brasileañ gamma. Estas últimas, por lo general, tienen un aumento de la transmisibilidad y virulencia, como consecuencia, disminuyen la eficacia de las medidas sociales.

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Para la OMS, la variante lambda se asocia a las tasas sustanciales de transmisión comunitaria en varios países como Chile, Perú, Ecuador y Argentina.

Gracias a un trabajo de la OMS, se llegó a la conclusión de que esta variante porta una serie de mutaciones, que la hace más difícil de controlar. Incluso tiene implicaciones fenotípicas, como un posible aumento a la resistencia de los anticuerpos encargados de neutralizarla.

Preocupación en la OMS

Según los expertos, hasta hace unos días esta variante estaba presente en al menos 29 países en todo el mundo, pero con prevalencia en América del Sur.

En Chile, uno de los países más afectados, se ha presentado en el 32% de los últimos 60 días. Esto implica que circula a tasas similares a la de la variante brasileña gamma o la británica alpha.

En ese país sudamericano, a pesar de sus avances en la vacunación, las cifras se mantienen en la cúspide y los hospitales están a punto de colapsar.

En otro país sudamericano como Perú, la OMS asegura que desde abril de este año, el 81% de sus casos de COVID-19 son asociados a la nueva variante. Perú, además, se ha visto fuertemente golpeado por la enfermedad, con una tasa preocupante de mortalidad.

Argentina, país que también ha revivido un repunte del virus, informó sobre una prevalencia creciente de la variante lambda, desde la tercera semana de febrero de 2021.

La situación preocupa a los científicos, ya que la región ha enfrentado severos problemas para superar la pandemia del coronavirus, superando el millón de muertes. Con hospitales colapsados, así como con un retraso en el proceso de vacunación.

Síntomas y transmisión

Pablo Tsukayama, doctor en Microbiología Molecular, está tras las investigaciones que identificaron la nueva variante de la COVID-19. Señala que lo más probable es que sea más transmisible, porque es la única manera de explicar cómo hace para crecer tanto.

Tan solo el hecho de que sea más transmisible, se traduce en más hospitalizaciones y muertes para cualquier país, independientemente de su sistema de salud.

Explica también que los científicos se han percatado que a Sudamérica le ha ido «realmente mal» por culpa de la variante gamma, y ahora por la lambda. Los países que han atravesado estas dos variantes, pasaron de una situación negativa al descontrol total.

Sobre los síntomas de esta variante, señalan los expertos que no se han reportado mayores cambios frente a los que ya se conocían, pero que basado en informes anecdóticos de algunos doctores, existe una mayor frecuencia de problemas intestinales y gastrointestinales.

Al respecto de las vacunas, los expertos afirman que no existe información concreta sobre si la inoculación pierde alguna eficacia frente a esta nueva mutación. Sobre esto, la OMS recuerda que es necesaria más investigación para así, poder validar la efectividad de las vacunas.

La OMS, por último, recuerda que hasta los momentos hay evidencia limitada sobre el impacto verdadero de la variante lambda, así que urge a los países a realizar más estudios que puedan ayudar a analizar, comprender y estudiar el alcance de esta situación, con la finalidad de encontrar una solución para controlar su propagación.

COVID-19 en el mundo

La COVID-19 fue reportada por primera vez a finales de noviembre de 2019, como una pulmonía incontrolable que causaba la muerte de los pacientes. Inmediatamente, al descubrirse los primeros casos en Wuhan, China, se trató de controlar la situación. Sin embargo, la apertura comercial, así como el ritmo de vida del mundo causó´que se pudiera trasladar a otro país la enfermedad.

El coronavirus, cuya variante COVID-19 ha causado estragos por todo el mundo, ha provocado la muerte de cientos de miles de personas. Sudamérica se ha visto afectada en gran parte por el esquema pobre e ineficiente de sus hospitales públicos.

Mientras la pandemia viajaba por el mundo, las autoridades chinas nunca asumieron total responsabilidad en cerrar puertos, aeropuertos e incluso el espacio aéreo. Cuando la situación se salió de control, el 30 de enero de 2020, la OMS detalló que el mundo enfrentaba a la primera pandemia de la década.

Desde entonces, la muerte de miles de personas ha provocado total consternación y la vida no ha vuelto a ser igual. A pesar de ciertos avances en países como Israel, donde se vacunó al 70% de la población y se alcanzó la inmunización de rebaño, la mayoría de los países no ha logrado aplicar las dosis a sus ciudadanos.

Igualmente, la vacuna comenzó a ser un problema más para la ciencia luego de que se descubrieran efectos secundarios como trombos e infecciones en dosis como las de AstraZeneca, Pfizer y Janssen.

Fuente: BBC.