En pleno verano, las personas deben tener mucho cuidado a la hora de zambullirse en las piscinas, debido a los problemas que puede traer esto para los pies. El ser humano, a pesar de estar hecho para caminar descalzo, debe cuidarse para evitar sufrir alguna lesión.

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La lesión más frecuente en el pie es la tinea pedis, o pie de atleta, como mejor se le conoce. Se contagia con facilidad, sobre todo en espacios con agua estancada o húmedos. Duchas, piscinas, vestuarios e incluso el hogar. Puede aparecer a cualquier edad, y tanto mujeres como hombres lo sufren.

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Al estar dentro del zapato, los pies pueden llegar a soportar temperaturas infernales. Añadido a la mala higiene, mal secado de los dedos o exceso de sudoración, provoca la aparición de manchas en la piel, que no deben confundirse con eccemas, de color blanquecino que causa escozor.

Además, se pueden manifestar grietas entre los dedos que pueden doler y sangrar, así como infecciones en las uñas. Estas se vuelven quebradizas y amarillentas, por lo que es aconsejable visitar al podólogo una vez comiencen estos síntomas, entre los que se incluye el mal olor.

Otra infección frecuente es la verruga plantar o papiloma; suele darse más que todo en niños o adultos jóvenes, ya que no es prevalente en adultos mayores. Para evitar esto, no hay que caminar descalzo en lugares públicos.

Consejos para evitar riesgos en la piscina (y lesiones en los pies)

  • Ducharse con agua y jabón lavando bien el pie entre los dedos (mejor, con esponja).
  • Secado escrupuloso del pie entre los dedos, con una toalla específica para ellos.
  • Desinfección de superficies comunes.
  • No caminar por charcos ni agua estancada, ni ducharse sin calzado.
  • Caminar con chanclas lo máximo permitido (hasta el borde de la piscina)

Fuente: cuídateplus

A tu salud…