Los casos de ansiedad en adolescentes han aumentado de manera preocupante. El contexto pandémico por la Covid-19 ha sido un factor detonante. Pues, la nueva normalidad ha sido una realidad que si bien nos afecta a todos por igual, no todos lo han sabido sobrellevar; más la población más joven, los adolescentes.

Pero aun cuando encontramos una prevalencia fuerte, los especialistas no han hallado un tratamiento único y global para los casos de ansiedad en millones de personas alrededor del mundo. No obstante, hay formas de controlarla, que nos han dado los especialistas y conocedores del tema.

Factores causante de las ansiedad en adolescentes

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A diferencia de los niños más pequeños, los preadolescentes, que manifiestan miedos que nos pueden parecer inocentes o preocupaciones inofensivas, como el miedo a la noche, a una película de terror, a algún animal doméstico, etcétera.; los adolescentes muestran preocupaciones muy puntuales que pueden derivar rápidamente en ansiedad.

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La imagen es importante para ellos. Saberse bien físicamente es algo central en su crecimiento. Pues, constantemente están expuestos a la mirada de los demás y quieren ser percibidos positivamente.

Ser los mejores, es otro facto de presión que puede hacer aparecer un cuadro de ansiedad en ellos. La presión de los padres y las instituciones educativas y sus principios tal vez muy competitivos los lleva a sentirse preocupados de forma constante.

El desarrollo en los adolescente es una factor puede empujarlos a generar pensamientos dramáticos sobre su propio cuerpo. Ya que sentirse diferentes es algo que puede afectarlos a esta edad, más cuando este proceso natural se da a destiempo del resto de sus compañeros.

En general, como el contexto más presente en el mundo adolescente es la escuela, la institución educativa, es predecible que la mayoría de sus preocupaciones y temores tengan una relación muy cercana con las vivencias y experiencias que se dan en este ámbito educativo. De modo que los padres deben siempre estar en contacto con la institución.

Los cuadros de ansiedad en los jóvenes, entonces, a veces puede deberse a lo que parece un simple parcial, hacer una exposición, o la resistencia a ver a una autoridad del instituto y tener que enfrentarla, entre otras muchas cosas.

¿Cómo identificar la ansiedad en adolescentes?

Tener preocupaciones es común a todo ser humano, indistintamente de su origen social y hábitos culturales. Y estar en estado de alerta, vigilante, es una facultad común a toda especie viva. Pero separar las aguas de manera clara, tanto que podamos discernir entre una preocupación pasajera y la ansiedad no es fácil, cuando se trata de adolescentes.

Pero existen una serie de señales:

  • Excusas constantes para no asistir al colegio, y que se mantienen por tiempo prolongado.
  • Hay una sensación de tensión y alerta constante en ellos.
  • La somatización de peligro los afecta de manera tal que pueden experimentar un ataque de pánico.
  • A veces se presentan temblores corporales.
  • La sudoración en situaciones específicas, se hace presente.
  • La hiperactividad.
  • Comer más rápido que de costumbre.

En general, se podría decir que la ansiedad se presenta con mayor incidencia en el campo de las percepciones, que de la realidad tiene el adolescente. Y que este terminado por somatizar en reacciones corporales que van desde la intranquilidad hasta la sudoración, la deglución, el habla, etcétera.

¿Cómo trata la ansiedad en los jóvenes?

Es importante que los padres sepan lo qué es la ansiedad para que tomen las medidas correctas. Pues, suele confundir con simples malcriadeces del joven o un acto de rebeldía, cuando se niegan a cumplir sus deberes. Pues detrás de esto puede estar una caso de ansiedad.

Cuando se está más seguro de que el adolescente puede padecer ansiedad, lo primero es acudir al especialista. Este determinará si hay un trastorno de ansiedad en curso. Cuando es así, lo médicos especialistas suelen empezar la terapia de cura. Esta contempla tratamientos cog y/o terapias cognitivos-conductuales. Pero también la misma terapia puede ser complementada con fármacos para la ansiedad. Es decir, antidepresivos.

Fuente: Childmind.org