Despertarse durante la noche es algo sumamente normal, sobre todo en los bebés. Por lo tanto, los padres deben saber cómo responder ante esto, sin ningún tipo de alarma, para poder retomar las horas de sueño y poder rendir durante el día
La realidad es que «nadie duerme del tirón», según los expertos. Incluso los adultos suelen despertarse durante la noche.
Todos los seres humanos tienen «microdespertares» al pasar de un ciclo de sueño a otro. En los adultos, estos se acomodan, se cubren con la manta, van al baño y retoman el sueño, pero para los niños la situación es distinta.
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La principal razón del por qué algunos niños no son capaces de conciliar el sueño de nuevo, es porque necesitan ayuda para entrar al estado de calma que les induzca el sueño. Esto es algo común, sobre todo durante los primeros años de vida.
Si hablamos de despertarse por hambre, esta situación aparece hasta los 18 meses de vida. Si es por enlazar «ciclos o fases de sueño», estos pueden durar entre los 3 y 6 años.
Terror al despertarse
Los terrores nocturnos no son frecuentes. Lo sufren entre 1% y 5% de los pequeños en edad escolar. Se caracterizan por ocurrir durante el primer tercio de la noche. Cuando un bebé tiene un episodio de este tipo, los padres se asustan por la reacción del pequeño.
Lo importante es que los niños no comiencen a convulsionar, ni a tener temblores rítmicos. Allí sí debería entrar en escena un experto. Una vez superado el episodio, los niños vuelven a dormir de forma profunda, y al día siguiente no recuerdan absolutamente nada de lo sucedido.
Igualmente, es válido acudir a un experto para poder tratar estos problemas de sueño. Recobrar la calidad de este, para poder rendir durante el día, es tan importante para los niños y para sus padres. Sin embargo, cada día estos problemas son menos frecuentes.