Las hemorragias nasales, también conocidas como epistaxis, son un problema común que afecta a personas de todas las edades. Si bien suelen ser inofensivas, pueden resultar incómodas y preocupantes.

Una hemorragia nasal se produce cuando se rompe o irrita un vaso sanguíneo en la mucosa nasal, el tejido que recubre el interior de la nariz. La sangre puede fluir por la nariz o hacia la garganta.

En este artículo, te guiaremos a través de todo lo que necesitas saber sobre las hemorragias nasales: qué son, sus tipos, síntomas, causas y, lo más importante, cómo actuar ante una de ellas.

hemorragias nasales

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¿Qué tipos de hemorragias nasales existen?

Dentro de este universo de sangrados nasales, existen dos tipos principales: La hemorragia nasal interior y la hemorragia nasal posterior. La primera es la más común y se origina en la parte frontal de la nariz, donde se ubican abundantes vasos sanguíneos. Por su parte, la hemorragia nasal posteriores menos frecuente, pero más difícil de controlar, se origina en la parte posterior de la nariz y la sangre puede fluir hacia la garganta.

¿Qué causa las hemorragias nasales?

Las causas de las epistaxis son diversas y pueden clasificarse en dos categorías principales: Factores ambientales, que pueden irritar y resecar la mucosa nasal, haciéndola más propensa a sangrar. Estos también incluyen hurgarse la nariz, sonarse la nariz con fuerza o incluso cambios bruscos de temperatura.

Por otro lado se encuentran las condiciones médicas que causan el sangrado nasal, entre las que se encuentran enfermedades como la hipertensión, problemas de coagulación o tumores nasales. Las alergias también pueden inflamar la mucosa nasal y aumentar el riesgo de hemorragias. Además, algunos medicamentos como anticoagulantes o antiinflamatorios pueden aumentar la probabilidad de epistaxis.

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¿Cómo actuar ante una hemorragia nasal?

Mantén la calma, la mayoría de las epistaxis no son graves. Sigue estos pasos:

  1. Siéntate inclinado hacia adelante: Evita que la sangre baje por la garganta.
  2. Comprime las fosas nasales: Con el pulgar y el índice, presiona firmemente las aletas nasales. Respira por la boca.
  3. Mantén la presión durante 10 minutos: Si el sangrado no cesa, continúa la compresión otros 10 minutos.
  4. Aplica hielo: Coloca una compresa fría o una bolsa de hielo sobre el puente nasal para ayudar a constreñir los vasos sanguíneos.
  5. Suénate la nariz suavemente: Una vez que el sangrado se haya detenido, suénate la nariz suavemente para eliminar los coágulos.
  6. Evita sonarte la nariz con fuerza: Esto podría reiniciar el sangrado.
  7. Descansa: Reposar durante unos minutos te ayudará a recuperarte del sangrado.

¿Cuándo consultar a un médico?

Si la hemorragia nasal dura más de 20 minutos, es abundante, ocurre con frecuencia o si presentas otros síntomas como mareos, palidez o dificultad para respirar, consulta a un médico de inmediato.

Las hemorragias nasales son generalmente inofensivas, pero es importante saber cómo controlarlas y cuándo buscar atención médica. Con la información adecuada, podrás afrontar estas molestas situaciones con tranquilidad y seguridad.