La alimentación es uno de los pilares fundamentales para mantener una buena salud y prevenir enfermedades. Sin embargo, muchas personas buscan seguir dietas de moda que prometen resultados milagrosos, sin tener en cuenta los riesgos que pueden suponer para su bienestar.

En este artículo, te contamos cuáles son las dietas que fueron tendencia en el pasado, pero que hoy no se recomiendan por sus efectos negativos.

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Foto referencial – Foto de Drazen Zigic

Dieta Atkins

La dieta Atkins fue creada por el cardiólogo Robert C. Atkins en la década de 1960. Se basa en la restricción de carbohidratos y el aumento del consumo de proteínas y grasas. Su objetivo es inducir al cuerpo a un estado de cetosis, en el que se queman las reservas de grasa como fuente de energía.

Sin embargo, esta dieta puede causar efectos secundarios como náuseas, mal aliento, estreñimiento, fatiga, mareos y dolores de cabeza. Además, puede provocar déficits nutricionales, aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares y renales, y favorecer el efecto rebote.

Dieta paleo

La dieta paleo se inspira en la alimentación de los cazadores-recolectores del Paleolítico. Consiste en eliminar los alimentos procesados, los cereales, las legumbres, los lácteos y el azúcar, y consumir principalmente carne, pescado, huevos, frutas, verduras, frutos secos y semillas.

Su premisa es que estos alimentos son los más adecuados para la genética humana y que los alimentos modernos son los responsables de muchas enfermedades crónicas. Sin embargo, esta dieta carece de evidencia científica que la respalde y puede ser perjudicial para la salud.

Algunos de sus inconvenientes son la falta de fibra, calcio y vitaminas, el exceso de proteína animal y grasa saturada, la dificultad para seguirla a largo plazo y el impacto ambiental.

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Dieta crudivegana

La dieta crudivegana es una variante del veganismo que consiste en consumir solo alimentos vegetales crudos o calentados por debajo de los 42°C. Su propósito es preservar las enzimas, los nutrientes y la energía vital de los alimentos.

Sin embargo, esta dieta puede tener efectos adversos para la salud, como la pérdida excesiva de peso, la anemia, la osteoporosis, la hipotiroidismo, la amenorrea y la desnutrición. Además, puede aumentar el riesgo de intoxicaciones alimentarias por bacterias o parásitos, y dificultar la convivencia social.

Dieta détox

La dieta détox es una de las más populares en estos días, pero la realidad es que no hay evidencia científica que respalde sus afirmaciones. La idea detrás de esta dieta es eliminar las toxinas del cuerpo mediante el consumo de zumos, batidos, infusiones y otros alimentos depurativos.

Sin embargo, esta dieta puede ser contraproducente para la salud, ya que puede provocar deshidratación, hipoglucemia, debilidad muscular, irritabilidad y ansiedad. Además, puede alterar el equilibrio del metabolismo y el funcionamiento del hígado y los riñones.

Como hemos visto, estas dietas que fueron tendencia en algún momento no son recomendables para seguir una alimentación saludable y equilibrada. Lo mejor es optar por un patrón alimentario basado en alimentos frescos, variados y de calidad, que aporte todos los nutrientes necesarios para el organismo.

Asimismo, se debe evitar el sedentarismo y practicar ejercicio físico regularmente. Ante cualquier duda o consulta sobre nutrición, lo más aconsejable es acudir a un profesional cualificado que pueda orientarnos de forma personalizada.

Fuente: mejorconsalud

Imagen destacada por: Silvia