Es muy frecuente conocer a alguien con dislexia, personas que confunden conceptos sencillos como la mano izquierda y la derecha, con dificultades para leer. Sin embargo, las personas pueden convivir con la dislexia, pero si lleva un tratamiento desde temprana edad.
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Según algunos expertos, los disléxicos tienen problemas para automatizar la lectura. Es decir, para convertir los grafemas en fonemas, lo que se conoce en el mundo médico como decodificación. Esta dificultad se traduce en una lectura «excesivamente lenta y con errores».
“Los escolares primero aprenden a leer y después aprenden leyendo”, afirman los expertos, quienes además consideran que los primeros años de la primaria son claves para determinar el grado de dislexia.
La genética, un papel clave en la dislexia
La genética juega un papel fundamental, pero eso no significa que no haya un amplio margen de maniobra. De hecho, el ambiente del niño ejerce una gran influencia. De hecho, puede inclinar la balanza hacia el éxito o el fracaso escolar.
Muchos padres consideran que la mejor forma de evitar eso, es enseñar a leer a los niños cuanto antes. Sin embargo, esto no es del todo cierto. En una etapa previa, hay que trabajar la prelectura y preescritura, entre otros aspectos
“Hay escuelas infantiles que establecen una especie de competición para ver quién lee antes. Está establecido que la enseñanza estructurada de la lectura empieza en primero de primaria”.
No hay ninguna necesidad, según los expertos, de leer antes del primer grado de primaria. Sin embargo, subraya que a pesar de que no hay nada malo con enseñar a leer desde temprana edad, la mayoría de los niños no están preparados para comenzar a leer y esto podría generar una especie de aversión.
Señales de alarma y tratamiento infantil y en primaria
Junto con la intervención familiar, clave para el entrenamiento diario de la lectura, es indispensable el tratamiento psicopedagógico y un adecuado manejo en el ámbito escolar. Ha quedado claro que el momento clave para empezar a encauzar la dislexia es hacia finales de primero de primaria. No obstante, también se pueden llevar a cabo actuaciones específicas en educación infantil. Todo dependerá de las características de cada niño y de la gravedad de la dislexia.
