El dolor de cadera puede estar precedido por un mecanismo traumático; o el contexto de una enfermedad degenerativa, inflamatoria, infecciosa o tumoral; según Antonio Narváez, jefe del Servicio de Traumatología del Hospital Vithas Xanit, en Málaga, España.
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El doctor reconoce que es una causa frecuente de visita al traumatólogo, aunque esta es más común en deportistas y en adultos mayores. Además, que los síntomas más frecuentes son dolor en la ingle, en la región glútea y en la cara lateral de la cadera.
De ser un proceso infeccioso, está acompañado de fiebre; en cuadros degenerativos se observa la rotación de la extremidad, así como una flexión en la cadera. No suele ser frecuente la inflamación, ya que está rodeada de diferentes (y sumamente potentes) grupos musculares.
El traumatólogo, además, comentó que el dolor en la cadera en reposo, por la noche por ejemplo, se relaciona a enfermedades inflamatorias, tumorales o procesos infecciosos.
Dolor de cadera: común en la tercera edad
Para Narváez, cada edad tiene su patología más frecuente. Por ejemplo, en la infancia, se puede notar un cuadro de dolor tras un proceso viral, que es benigno y en pocos días puede mejorar con medicación y reposo.
En la infancia tardía se puede observar la enfermedad de Perthes, que se manifiesta con cojera porque no llega bien el riego sanguíneo a la cabeza femoral.
Ya en la adolescencia, se puede presentar una enfermedad relacionada con el cartílago de crecimiento, denominada epifisiolisis de la cabeza femoral. Consiste en un desplazamiento de la cabeza del fémur.
En el joven y deportista puede presentarse una enfermedad llamada “síndrome femoroacetabular”, que consiste en un roce del cuello femoral con el techo donde se aloja la cabeza. Es frecuente en practicantes de artes marciales, fútbol, etcétera.
En el adulto puede presentarse un cuadro por falta de riego en la cabeza femoral llamado necrosis avascular, relacionado con enfermedades de la sangre, como anemia de células falciformes; enfermedades reumáticas; virus de la inmunodeficiencia humana (VIH); alcoholismo; enfermedades de descompresión en los buzos; y diabetes; muchas de ellas, por causas desconocida. Y la patología más frecuente es la degenerativa de la edad avanzada, la artrosis de cadera, que se trata con cirugía reconstructiva articular.