El dolor ocular es un síntoma que a menudo se subestima, pero que puede ser una señal de alerta sobre problemas de salud visual serios. La doctora Cecilia Rondón, médico cirujano oftalmólogo, explica que el dolor en el ojo nunca es normal y siempre hay una razón detrás. La córnea, la capa transparente en la parte frontal del ojo, está ricamente inervada y es extremadamente sensible, lo que significa que hasta una simple pestaña puede causar molestias.
Aunque un estímulo externo evidente pueda ser la causa, es crucial saber cuándo un dolor ocular va más allá de una simple irritación. El abanico de causas es muy amplio, desde problemas superficiales hasta condiciones graves que podrían afectar tu visión de forma irreversible. Promover el diagnóstico precoz y la prevención es fundamental para cuidar tu salud visual a largo plazo.

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Cuándo el dolor ocular es motivo de preocupación
Si bien un dolor superficial causado por una irritación menor puede resolverse por sí solo, la doctora Rondón subraya que existen signos de alarma que te deben llevar a buscar ayuda médica de inmediato. Estos síntomas, que acompañan al dolor, pueden indicar una condición más grave:
- Dolor interno: Si sientes que el dolor viene «de adentro hacia afuera», podría no ser un problema en la superficie, sino una afección interna como la uveítis o un glaucoma agudo.
- Disminución de la visión: Cualquier pérdida de agudeza visual, por leve que sea, es una señal de que algo no está bien.
- Fotofobia: Una sensibilidad inusual a la luz.
- Visión de halos: Ver anillos de colores alrededor de las luces, lo cual es un síntoma común en el glaucoma agudo.
Es vital no ignorar estas señales y consultar a un médico para un diagnóstico preciso.
Lo que no debes hacer y la regla de las 24 horas
Una regla de oro es que ningún dolor ocular debe durar más de 24 horas. Si la molestia persiste, debes acudir al especialista. Un cuerpo extraño escondido, que no ves, podría estar rayando tu córnea y causar un daño permanente.
La automedicación es una práctica muy peligrosa, y la doctora Rondón advierte sobre el uso de colirios con esteroides que, aunque pueden aliviar el dolor momentáneamente, pueden empeorar la causa subyacente. Por ejemplo, en casos de herpes zóster ocular, el uso de esteroides puede «alimentar» el virus, resultando en lesiones corneales graves. La principal recomendación es nunca automedicarse y buscar la opinión de un profesional.
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Causas comunes de dolor ocular persistente
Las causas más frecuentes de dolor ocular que dura más de 24 horas a menudo se originan en la superficie del ojo, como lesiones o abrasiones corneales, y la presencia de cuerpos extraños. Las personas que trabajan con herramientas como esmeriles o quienes no usan protección ocular adecuada (como los motorizados), tienen mayor riesgo.
Otras causas incluyen infecciones oculares que se manifiestan con ojo rojo, secreción y dolor. La doctora Rondón insiste en que si sientes dolor y no hay cambios externos en el ojo, la consulta médica es crucial, ya que podría tratarse de condiciones serias como una úlcera o un herpes corneal.

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