Si yo pude superar un comienzo difícil, tú también puedes. El comienzo de mi vida fue difícil, pero hoy que estoy recorriendo el camino de la plenitud, sé que todo lo maravilloso se puede lograr cuando activamos el poder interior y la inspiración y así aprovechar la esperanza

Salí de la pobreza y ahora vivo llena de plenitud, porque decidí usar el poder de la esperanza aprendiendo a empoderarme con inspiración.

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Mi historia como ejemplo

Nací en Bolivia en condiciones muy precarias. Junto a mis padres y mis tres hermanos, llegué a Venezuela cuando tenía 7 años. Un comienzo financieramente difícil hizo que toda nuestra familia viviera en una pequeña conserjería con apenas una habitación.

En medio de tanta estrechez, recuerdo mis oraciones pidiéndole a Dios que nos diera la posibilidad de tener una casa. Era apenas una niña y afortunadamente mi mamá me había inculcado esa fe que me conectaba con Dios y avivaba mi esperanza.

El poder de la esperanza
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En mi mente de niña, veía a Dios como ese todopoderoso, que como un genio haría realidad ese anhelo de vivir cómodamente. Así que una y otra vez volvía a insistir en mi solicitud a las alturas.

Con el transcurrir del tiempo mis padres tuvieron que enfrentar  muchos desafíos. Mientras tanto mis hermanos y yo crecíamos estudiando hasta que comenzamos a trabajar.

Cuando estábamos empezando nuestra vida laboral, surgió una oportunidad para comprar un terreno. En ese momento, vimos la posibilidad de lograr aquello que por tanto tiempo habíamos soñado.

El esfuerzo da sus frutos

Fueron muchos años de esfuerzos que tuvimos que hacer hasta construir ese anhelado hogar donde aún mis padres viven. También muchas las tareas, llamadas, ideas, trabajos extras, que nos ayudaron  poco a poco a crear ese tan deseado techo.

Y no fue como lo había imaginado de niña, ¡fue mejor aún! Porque en medio de tantos retos y logros, encontré grandes aprendizajes que luego entendí. Era lo que tenía que vivir para encontrarme con lo que venía a aportar al mundo.  Eran las experiencias necesarias que junto a mis decisiones me condujeron a este estado de plenitud en el que ahora estoy. El resultado de ese aprendizaje es lo que quiero compartir contigo.

Para mí la esperanza tiene una valiosa fuerza. Este sentimiento ha sido lo que me ha sostenido a lo largo de mi vida. Recuerdo muchos momentos de dificultad que atravesamos y siempre estuvo en mí esa sensación de que las cosas iban a estar mejor

Aunque hubiese un desafío, o que ese momento presente no fuese el mejor, yo tenía la certeza de que el futuro siempre traía mejores circunstancias y experiencias.

Sin embargo, la esperanza puede ser un autoengaño si no se actúa y no se agregan otros ingredientes. Volviendo a mi historia, si hubiese seguido esperando y orando, no sé si hubiésemos logrado el objetivo. Así que en perspectiva, puedo reafirmar, que sé que Dios existe. Su poder creador también está en nosotros, y es al que tenemos que recurrir cuando queremos lograr algo.

El poder de la esperanza
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En mi experiencia, encontré en la esperanza la fuerza e inspiración para sostener la visión, el deseo de aquello que queríamos. Pero asumir mi responsabilidad y actuar en cada situación usando mis dones y fortalezas, fue empoderarme para manifestar esos logros.

Mis hermanos y yo transformamos los desafíos asumiendo nuestro poder. Echamos mano de nuestra inteligencia, habilidad para negociar, junto con los deseos de aprender para lograr nuestros objetivos.

Fue así como materializamos con consciencia y acciones nuestra esperanza de tener la casa que tanto soñamos. Sin saber nada de construcción, hasta llegamos a frisar nosotros mismos las paredes. Hicimos tantas cosas que, junto a nuestra conexión con Dios, nos permitieron construir pared a pared nuestro hogar.

El Poder de la Esperanza

Estas y muchas otras vivencias han hecho darme cuenta de mi misión de vida. He querido compartir contigo toda esta historia para que te des cuenta que si yo pude, tú también. Soy tan humana como tú y no hay nada distinto en mi con respecto a ti.

Tal vez la única diferencia podría ser que yo sé de lo que estamos hechos, de la gran fuerza que yace en nuestro interior. Todo mi recorrido me ha llevado a mi propósito: transmitir esperanza, enseñando que el empoderamiento y la inspiración son las claves para poder aprovecharla. De allí nace el nombre de mi segunda empresa: El Poder de la Esperanza.

Este mensaje es para ti: ¡fortalece tu esperanza!

Creo firmemente en lo siguiente: Sin importar tu historia, situación financiera, condición física o educación, tú puedes lograr lo que desees.

Requieres esfuerzo y compromiso para cambiar todas esas limitaciones aprendidas, pero en ti está el potencial para alcanzar tus sueños. También puedes cambiar aquello que no te hace feliz: un trabajo, tus finanzas, una relación o tu condición física.

Si no crees en ti, o no conoces la gran fuerza interna y creatividad que tienes, tienes trabajo por hacer. Puede ser que haya una meta, pero te faltará la fortaleza que te lleve a la acción. Como consecuencia será difícil lograr lo que deseas. Pero siempre hay esperanza, porque puedes aprender a descubrir tu poder interior y sacar fuerza de cada desafío para impulsarte.

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Hay mucho que aprender sobre lo que se necesita para crear lo que se quiere. Por mi parte, sé que una chispita de Dios está en nosotros. Por esto también sé que tenemos con qué materializar los deseos de nuestro corazón. Si no sabes cómo hacerlo, permíteme servirte. Será para mí un placer ayudarte a encontrar tu empoderamiento e inspiración.

Nota: Artículos sobre este y otros temas de la misma autora, también puedes encontrarlo en www.carlaacebeydesanchez.com

A tu salud…