Desde las antiguas civilizaciones mesoamericanas, donde era considerado «alimento de los dioses», hasta las modernas cafeterías donde se disfruta en sus múltiples versiones, el cacao ha sido siempre sinónimo de placer. Sin embargo, más allá de su reconfortante sabor y aroma, una taza de cacao puro o con un alto porcentaje de este ingrediente puede ser un potente aliado para nuestra salud, convirtiéndose en un ritual diario beneficioso para el cuerpo y la mente.

Tesoro de antioxidantes: Protegiendo nuestras células
El cacao es una de las fuentes más ricas en antioxidantes, superando incluso a muchos «superalimentos» reconocidos. Principalmente, contiene flavonoides, como las epicatequinas, procianidinas y catequinas. Estas moléculas son cruciales para combatir el estrés oxidativo en el cuerpo, un proceso que daña las células y contribuye al envejecimiento, enfermedades crónicas y diversas patologías.
Al neutralizar los radicales libres, los antioxidantes del cacao actúan como un escudo protector, fortaleciendo la resiliencia de nuestro organismo a nivel celular.
Salud cardiovascular: Un corazón feliz
Uno de los beneficios más estudiados y prometedores del cacao es su impacto positivo en la salud cardiovascular. Los flavonoides presentes en el cacao contribuyen a:
- Mejorar el flujo sanguíneo: Estimulan la producción de óxido nítrico, una molécula que relaja y dilata los vasos sanguíneos, reduciendo la presión arterial y mejorando la circulación.
- Reducir el colesterol LDL (malo): Algunos estudios sugieren que el cacao puede ayudar a disminuir los niveles de lipoproteínas de baja densidad oxidadas, que son un factor de riesgo clave para la aterosclerosis.
- Aumentar el colesterol HDL (bueno): Se ha observado un efecto beneficioso en el aumento de las lipoproteínas de alta densidad, que ayudan a eliminar el exceso de colesterol de las arterias.
- Prevenir la formación de coágulos: Los flavonoides también tienen propiedades antiagregantes plaquetarias, lo que puede ayudar a prevenir la formación de coágulos sanguíneos.
Estos efectos combinados hacen del cacao un excelente complemento para mantener un sistema cardiovascular robusto y reducir el riesgo de enfermedades cardíacas.
Bienestar cerebral y mejora cognitiva: Mente despierta
Los beneficios del cacao no se limitan al corazón; también alcanzan al cerebro. La mejora del flujo sanguíneo, impulsada por el óxido nítrico, beneficia directamente la irrigación cerebral, lo que puede traducirse en:
- Mejora de la función cognitiva: Algunos estudios han relacionado el consumo regular de cacao rico en flavonoides con una mejor memoria, atención y capacidad de procesamiento de información.
- Protección neuronal: Los antioxidantes del cacao pueden ayudar a proteger las células nerviosas del daño oxidativo e inflamatorio, lo que podría tener implicaciones en la prevención de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson.
- Mejora del estado de ánimo: El cacao contiene compuestos como la feniletilamina (PEA), la anandamida y el triptófano, precursores de la serotonina. Estos neurotransmisores influyen positivamente en el estado de ánimo, la sensación de bienestar y la reducción del estrés y la ansiedad, lo que le confiere un efecto ligeramente antidepresivo.
Lea también: BCAA: El trío esencial para tu rendimiento y recuperación muscular
Fuente de minerales esenciales: Nutrición oculta
Además de sus potentes compuestos bioactivos, el cacao es una fuente sorprendentemente rica de minerales esenciales para el funcionamiento del organismo:
- Magnesio: Crucial para la función muscular y nerviosa, el control del azúcar en la sangre y la presión arterial, y la producción de energía.
- Hierro: Fundamental para el transporte de oxígeno en la sangre y la prevención de la anemia.
- Cobre: Importante para la formación de glóbulos rojos, el metabolismo del hierro y la función inmunológica.
- Manganeso: Necesario para el metabolismo óseo y la actividad de ciertas enzimas.
- Fósforo: Vital para la salud ósea y dental, y la producción de energía.
- Zinc: Esencial para la función inmunológica, la cicatrización de heridas y el sentido del gusto y el olfato.
Consideraciones al consumir cacao diariamente
Para maximizar los beneficios y evitar el exceso de azúcares y grasas no saludables, es fundamental elegir el tipo correcto de cacao:
- Cacao puro en polvo sin azúcar: Esta es la mejor opción. Contiene la máxima concentración de flavonoides y es bajo en calorías.
- Chocolate negro con un alto porcentaje de cacao (70% o más): Cuanto mayor sea el porcentaje de cacao, menor será el contenido de azúcar y mayor la concentración de antioxidantes.
- Evitar los chocolates con leche y los preparados instantáneos: Estos suelen tener un alto contenido de azúcar, grasas saturadas y muy poco cacao real, diluyendo sus beneficios.
Una taza de cacao caliente preparado con agua o leche vegetal (sin azúcar añadido) y endulzado con edulcorantes naturales (como stevia o eritritol) puede ser una excelente manera de incorporar este superalimento a la dieta diaria.
En resumen, la costumbre de tomar una taza de cacao cada día va mucho más allá de un simple capricho. Es una inversión en nuestra salud cardiovascular, cerebral y celular. Un pequeño gesto diario que, con la elección correcta del producto, puede traducirse en grandes beneficios para el bienestar general, recordándonos por qué las antiguas culturas lo veneraban como un verdadero elixir.
Fuente: glamour
Imagen destacada por: Samer Daboul

30 años. Actualmente tesista de la Licenciatura en Física, mención Física Médica. 9no semestre aprobado. Redactor en mis tiempos libres. ¡Me gusta aprender e innovar en todo! Amante del cine y buen café.