En general, el sueño es un proceso sumamente importante para la recuperación de las actividades corporales. Varios estudios indican que si una persona no duerme lo suficiente, tiene mayor riesgo de padecer diabetes tipo 2, enfermedades del corazón, obesidad y depresión; entre otras.
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Para las personas con apnea obstructiva del sueño (AOS), descansar bien por la noche puede ser difícil. La afección las hace despertar repentinamente durante el sueño; luego puede costarles demasiado quedarse dormidas de nuevo.
Hasta ahora, los tratamientos médicos para la apnea del sueño comprendían: el uso de una máscara mientras se duerme; la cirugía, o un dispositivo de reposicionamiento muscular.
Generalmente, la primera de ellas, la mascarilla, aplica presión a las vías respiratorias del paciente para mantenerlas abiertas. Este enfoque, llamado terapia de presión positiva continua en las vías respiratorias, funciona para muchas personas; aunque algunas lo encuentran incómodo y un obstáculo para dormir.
Otra opción es el dispositivo de reposicionamiento mandibular. Se trata de un aparato bucal que los dentistas adaptan a las personas que presentan apnea de sueño. Las boquillas pueden ser sumamente costosas; además, pueden causar dolores en la mandíbula y en los dientes.
Apnea de sueño
Durante el estudio, los investigadores se percataron de que el efecto de los medicamentos, combinados, tenía repercusiones en la respiración de las personas. Este reequilibrio beneficia la actividad eléctrica en los músculos que rodean la garganta; y evita que las vías respiratorias colapsen durante el sueño.
De hecho, los autores del estudio señalaron que casi todos los participantes tuvieron una significativa mejora en la apnea del sueño. La ingesta de oxígeno mejoró en las personas, logrando que durmieran mejor; de esta forma, comenzaron a tener una mejoría significativa en su calidad de vida.