El yoga es una disciplina milenaria que ofrece innumerables beneficios para el cuerpo y la mente, desde aumentar la flexibilidad y la fuerza hasta reducir el estrés y mejorar la concentración. Para los principiantes, la emoción de comenzar puede ser abrumadora, y a menudo, en su entusiasmo, cometen errores que pueden obstaculizar su progreso o incluso llevar a lesiones.
Evitar estas trampas comunes desde el principio te ayudará a construir una base sólida y disfrutar plenamente de tu viaje en el yoga.

1. Forzar demasiado el cuerpo y compararse con otros
Uno de los errores más frecuentes y peligrosos para los principiantes es forzar el cuerpo más allá de sus límites actuales. Es fácil dejarse llevar por el deseo de replicar las posturas avanzadas que vemos en redes sociales o en compañeros de clase con más experiencia. Sin embargo, cada cuerpo es único, con diferentes niveles de flexibilidad, fuerza y lesiones previas.
¿Por qué es un error?
Forzar una postura antes de que tu cuerpo esté listo puede resultar en distensiones musculares, desgarros de ligamentos o tendones, e incluso daños en las articulaciones. El yoga no se trata de la perfección estética de una pose, sino de cómo se siente en tu propio cuerpo y de escuchar sus señales.
Cómo evitarlo:
Practica la «no violencia» (ahimsa) hacia ti mismo. Respeta tus límites y solo ve tan profundo en una postura como te lo permita tu cuerpo sin sentir dolor agudo. Utiliza accesorios como bloques, correas y mantas para modificar las posturas y hacerlas accesibles.
Recuerda que el yoga es un viaje personal; evita compararte con los demás y concéntrate en tu propio progreso.
2. Olvidar la importancia de la respiración (pranayama)
A menudo, los principiantes se obsesionan con la alineación física de las posturas (asanas) y descuidan un pilar fundamental del yoga: la respiración consciente (pranayama).
La respiración en yoga no es solo inhalar y exhalar; es una herramienta poderosa que conecta el movimiento con la mente, calma el sistema nervioso y profundiza cada postura.
¿Por qué es un error?
Contener la respiración, respirar superficialmente o de manera irregular puede aumentar la tensión en el cuerpo, limitar el oxígeno a los músculos y el cerebro, y dificultar la relajación. Sin una respiración adecuada, las posturas se vuelven más difíciles, menos placenteras y se pierde gran parte del beneficio meditativo del yoga.
Cómo evitarlo:
Antes de cada clase y durante ella, presta atención a las instrucciones del instructor sobre la respiración. La respiración Ujjayi (respiración victoriosa) es común en muchas prácticas de Vinyasa y Hatha yoga; aprende a dominarla. Intenta sincronizar tu inhalación y exhalación con los movimientos. Si te sientes sin aliento o tenso, detente, respira profundamente y reinicia la postura.
3. Saltar el calentamiento y el enfriamiento (savasana)
La estructura de una clase de yoga está diseñada para ser secuencial por una razón. El calentamiento inicial prepara tu cuerpo, y el enfriamiento final, especialmente la postura de relajación profunda (Savasana), es crucial. Los principiantes, a veces por impaciencia o falta de tiempo, tienden a saltarse estas partes esenciales.
¿Por qué es un error?
Saltarse el calentamiento aumenta el riesgo de lesiones musculares y articulares, ya que el cuerpo no está preparado para el estiramiento y la fuerza de las asanas. Omitir Savasana es perderse la integración de los beneficios de la práctica.
Es en esta postura donde el sistema nervioso se calma, los músculos se relajan completamente y la mente procesa la experiencia, fijando los aprendizajes físicos y mentales.
Cómo evitarlo:
Asigna siempre tiempo completo para la clase, incluyendo el calentamiento y Savasana. Considera el calentamiento como una preparación para el éxito y Savasana como la culminación de tu práctica. Permítete ese tiempo para la integración y la relajación.
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4. No escuchar al instructor o elegir el estilo incorrecto
El yoga es un vasto océano de estilos y enfoques. Un error común es que los principiantes se lancen a un estilo que no se adapta a sus necesidades o expectativas, o no prestan suficiente atención a las indicaciones de un buen instructor.
¿Por qué es un error?
Elegir un estilo demasiado intenso (como Ashtanga para alguien muy rígido) o demasiado lento (como Yin para alguien que busca sudar) puede llevar a frustración o incluso a lesiones. Ignorar las correcciones del instructor puede perpetuar malas alineaciones que a largo plazo causarán problemas.
Cómo evitarlo:
Investiga los diferentes estilos de yoga (Hatha, Vinyasa, Yin, Restaurativo, Ashtanga, Iyengar, etc.) y prueba varias clases con diferentes instructores. Busca un instructor que te ofrezca modificaciones y te haga sentir cómodo haciendo preguntas. Presta atención a las señales verbales y físicas, y no dudes en pedir ayuda si no estás seguro de una postura.
Un buen instructor es una guía invaluable.
5. Esperar resultados instantáneos y desanimarse
El yoga es una práctica, no un deporte con metas de rendimiento rápido. Muchos principiantes se desaniman si no ven un progreso inmediato en su flexibilidad, fuerza o capacidad para meditar.
¿Por qué es un error?
La impaciencia y la expectativa de resultados rápidos pueden llevar a la frustración y al abandono de la práctica. El verdadero progreso en yoga es gradual y a menudo sutil. La capacidad de tocar los dedos de los pies o mantener el equilibrio en una mano llega con el tiempo y la constancia, no de la noche a la mañana.
Cómo evitarlo:
Adopta una mentalidad de «principiante eterno». Disfruta del proceso de aprendizaje y descubrimiento. Celebra los pequeños avances: una respiración más profunda, una mayor conciencia corporal, unos momentos de calma mental.
La consistencia es más importante que la intensidad. Una práctica regular, incluso de 20-30 minutos, es más beneficiosa que una práctica esporádica e intensa. El yoga es un camino, no un destino.
Fuente: glamour
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30 años. Actualmente tesista de la Licenciatura en Física, mención Física Médica. 9no semestre aprobado. Redactor en mis tiempos libres. ¡Me gusta aprender e innovar en todo! Amante del cine y buen café.