Los esguinces de tobillo vienen siendo una de las lesiones más habituales. Cuando alguien sufría este tipo de lesiones antiguamente, los galenos optaban por inmovilizar la zona en su totalidad, para evitar su agravamiento; sin embargo, con el paso del tiempo se ha visto que esta opción no solo no es la más adecuada, sino que hace que el tobillo pierda fuerza y se complique a largo plazo
Por fortuna de la ciencia y de los humanos, las técnicas han cambiado, mejorado y se utilizan otros mecanismos, como el vendaje funcional.
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Antes del vendaje, lo primero que se debe hacer es aplicar hielo o frío en la zona afectada; ¿Por qué no es bueno inmovilizar la zona al completo? La inmovilización completa del tobillo, con férulas, puede provocar que la cicatrización sea de mala calidad.
Al poner el vendaje, la finalidad es limitar, pero no inmovilizar. De hecho, hacer lo contrario puede causar que la cicatrización del ligamento sea de muy mala calidad.
También hay que tomar en cuenta que para que sea un buen vendaje, debe ser firme y estar sujeto pero sin comprimir, es decir, que no sea incómodo para el paciente.
Durante todo este proceso de curación es importante valorar cada cierto tiempo, cómo evoluciona este esguince. Así, se puede monitorear cómo va mejorando.
Pasos para hacer un vendaje adecuado
- Acude a un experto para que valore el grado del esguince
- Ver el material más adecuado para el vendaje
- Que el vendaje sea firme, sin provocar malestar en el pie
- No inmovilizar sino fijar todo el tobillo
Las personas deben acudir, inmediatamente al sufrir un esguince, a un médico. De lo contrario, puede sufrir malformaciones en el pie, lesiones más graves, generando malestar en el paciente. De hecho, el dolor puede llegar a ser tan intenso que la persona afectada no podrá realizar sus actividades diarias.