«Doctor, tengo un grave problema con mi pareja, termino muy rápido en la relación sexual y ella se molesta.» La anterior, es una queja frecuente en la consulta de urología. La mayoría de los hombres y sus parejas sexuales tienden a tener conciencia del problema pero no saben abordarlo. La eyaculación prematura o precoz, es aquella que se produce antes de lo deseado, durante la penetración o inmediatamente después, causando ansiedad en uno o ambos miembros de la pareja.
Al igual que muchas de las otras disfunciones sexuales, no es un problema que amenaza la vida. Pero con frecuencia se convierte en un tormento para el paciente y/o la pareja, con consecuencias que pueden llegar hasta el divorcio o disolución de la misma.
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Su prevalencia es muy alta, y se mantiene a lo largo de la vida sexual de los hombres. Estimaciones promedio indican que un 30% de la población masculina puede llegar a padecerla en algún momento de su vida. En muchos hombres, ocurre incluso desde el inicio de la vida sexual.

¿Qué hay de nuevo respecto a las causas?
Durante muchos años se había sostenido que la eyaculación prematura era una condición fundamentalmente psicológica o aprendida. Si bien se reconocían condiciones de carácter orgánico que podrían causarla, éstas se atribuían en menor frecuencia. Con el advenimiento de nuevas tecnologías y el desarrollo de la biología molecular y la genética, se han conseguido novedosos hallazgos de las causas de ésta enfermedad. Entre ellos, el que desarrollamos en este artículo. La genética.
Los estudios que apuntan hacia el hallazgo del gen que controla la eyaculación y sus variaciones
Para el año 1998, Waldinger y colaboradores revolucionan la teoría biológica de la eyaculación prematura al observar una mayor incidencia en parientes de primer grado (Padre a hijo).
En el año 2000, Marcel Waldinger descubre en ratas de laboratorio, que la activación de un tipo específico de receptores neurológicos conocidos como serotoninérgicos (5HT2C), retrasa la eyaculación. Mientras que la activación de otros tipos de receptores serotoninérgicos (5HT1A) la acelera. Se identifica así la modulación neurobiológica del trastorno.

En el año 2009, Jansen y Waldinger, dan a conocer que la eyaculación prematura estaría asociada a polimorfismos del gen transportador de la serotonina ( SLC6A4,SERT ), el cual se encuentra ubicado en el cromosoma 17q11.1~q12. En este sentido se determina que existen tres tipos de genes: LL, SL y SS. El estudio mostró que el gen LL causa una eyaculación más rápida.
Los hombres con gen LL eyaculan el doble de rápido de aquellos que tienen el gen SS y casi el doble de rápido que quienes tienen el gen SL.
La terapia genética una prometedora solución
Para los hombres con eyaculación prematura, estos hallazgos son esperanzadores. Se espera que en futuro comiencen a dar frutos las investigaciones de terapia genética para tratar este trastorno.
Por los momentos, además de la clásica terapia conductual, se dispone de diversos fármacos que ayudan efectivamente a controlar la eyaculación prematura en los hombres, mejorando su calidad de vida sexual, y una alternativa para salvar al menos en este aspecto a tantas parejas.