Las probabilidades de concebir un bebé varían según la estación del año; según expertos que estudian los seminogramas, existe una disminución en la concentración y porcentaje de esperma en verano
En invierno y primavera, los parámetros seminales son mejores. Análisis de parámetros seminales de más de 300 varones, concluyen que durante la primavera era mejor la fertilidad que en cualquier otra época del año.
La estacionalidad es una de las posibilidades de conseguir un embarazo. Hay autores que señalan que existen mejores posibilidades de conseguir una gestación en otoño y peores en primavera. Otros, sin embargo, encuentran mejores opciones de embarazo al inicio de la primavera.
Además, indican que sobre el deseo sexual existen más estudios realizados en varones; pareciendo que no suele aumentar en primavera. En todo caso, son variaciones pequeñas. La vitmaina D podría ser la clave; pero sí es muy relevante tanto en la fertilidad masculina como en la femenina. En el varón, hay receptores para esta vitamina en las células germinales.
Fertilidad
Los niveles adecuados de fertilidad en la mujer y en el hombre, es una situación compleja que depende de muchos factores. Si está baja, la fertilidad es subóptima, según la Sociedad Española de la Fertilidad.
Lee también… Hongos alucinógenos: datos que seguramente no conocías
“Durante el embarazo, el déficit de vitamina D se ha relacionado con diferentes complicaciones tanto maternas como fetales. El desarrollo de hipertensión gestacional y preeclampsia en embarazadas con niveles bajos de vitamina D se ha estudiado ampliamente. Se llegó a describir un riesgo cinco veces mayor de presentar una preeclampsia en embarazadas con niveles de vitamina D bajos. La diabetes gestacional también se ha relacionado con la hipovitaminosis D; así como el riesgo aumentado de realización de una cesárea en el primer embarazo y la presencia de vaginosis bacteriana en la gestación”; según enumera el ginecólogo consultado por CuídatePlus. Sobre los fetos, el déficit de vitamina D se relacionó con el bajo peso al nacimiento; además del retraso de crecimiento intrauterino y la alteración en el desarrollo óseo fetal.
