Hablar dormido puede ser algo común; se trata de un trastorno catalogado dentro de las parasomnias; no se considera como un trastorno del sueño en sí, sino una variante de la normalidad en el sueño. Esto no quiere decir que pueda derivar en un trastorno más grave

Para los expertos, hablar dormido es frecuente. Se sabe que durante la infancia, se conocen casos de somniloquia que disminuyen su frecuencia al llegar la adolescencia, así como en la etapa adulta. Generalmente, los episodios predominan más en el sexo masculino

La somniloquia puede tener otras asociaciones como las apneas, el bruxismo, la agitación motora nocturna o las pesadillas. Además, existen determinados factores que pueden aumentar la frecuencia de episodios, como el consumo de alcohol y de sustancias estupefacientes.

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Además, los expertos mencionan que en las estadísticas hechas hasta el momento, el 66% de la población habló alguna vez en sueños. Pero, si en este caso nos referimos a gente que sufre episodios de somniloquia dos veces o más por noche, el porcentaje baja hasta el 10%.

Los sueños se clasifican en fases REM o no REM. El segundo se divide en tres estadios: el I y el II son el sueño lento superficial y el III es el profundo. Normalmente, la proporción en la que se producen las somniloquias es en las tres fases por igual.

Hablar
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En la fase I y II, puede haber un habla que se entienda. Pero debe ser de breve duración y la persona no suele recordarlo. En la III fase, el habla suele ser muy intelegible y no suele recordarse. En el sueño REM, también se suele dar un habla clara y acá, cada persona se acuerda de este episodio.

Si comienzas a hablar dormido por primera vez después de los 25 años, debes acudir al médico

Los casos de somniloquia pueden ser un síntoma de algún trastorno del sueño, cuando salen de una manera muy clara de la normalidad en el sueño. Para los neurofisiólogos, lo más importante de la somniloquia sería diferenciarlo de sonidos nocturnos, como el ronquido, bruxismo, estridor o la catatrenia.

Sin embargo, los expertos indican que sobre la terapia esta situación depende del momento y de cada caso. Si los episodios salen de la variante de la normalidad con mucha frecuencia, deberían ser analizados.

Por otro lado, la somniloquia también puede tener asociaciones como ronquidos, apneas, bruxismos, agitación motora o pesadillas. Acá, la somniloquia se saldría de la variante de la normalidad.

¿Hay que despertarlos?

Las personas que duermen con otras que hablan en sueños, mayormente, se preguntan si se debe hacer algo en estos casos. Así los despierten, esto no servirá de nada.

Lo que sí deberían hacer las personas, es acudir a un especialista para que analice su caso para descartar un trastorno grave.

Hay ocasiones en las que es apropiado consultar a un médico. Estas son las siguientes:

  • Si la conversación es tan extrema que interfiere con la calidad de sueño
  • Si sospecha que hablar dormido se acompaña con otro trastorno de sueño más grave
  • Trastornos psiquiátrico o convulsiones nocturnas
  • Si comienzas a hablar dormido por primera vez después de los 25 años

Causas de insomnio

Existen diferentes causas de insomnio, que son estudiadas por igual en la ciencia. Hay causas médicas, como enfermedades metabólicas, hormonales, neurológicas, reumatológicas, digestivas, cardiovasculares y todas aquellas que lo interrumpen por dolor.

También hay causas psiquiátricas, como la ansiedad, depresión o la esquizofrenia. Sin embargo, añaden que existen causas externas, como factores ambientales que influyen negativamente sobre el sueño.

  • Insomnio primario: aquellos casos en los que no se puede identificar una causa clara del trastorno
  • Insomnio idiopático: se origina en la infancia y se relaciona al aprendizaje incorrecto del hábito de dormir
  • Percepción de un sueño poco reparador
  • Insomnio psicofisiológico

Este último puede ser: crónico, si se prolonga más allá de seis y ocho meses y puede durar años; o transitorio, que se produce por un corto período de tiempo, de duración menor a un mes.

Si el insomnio es secundario a una causa identificable, el experto debe intervenir principalmente en esa causa, ya que el paciente se ve inmerso en un círculo vicioso del que le resulta complicado salir por sí mismo.

El insomnio crónico no se desarrolla de un día para otro; prácticamente, está precedido por uno situacional, como resultado de acontecimientos vitales estresantes. En esta situación, no se consigue mejorar ni cuando se han eliminado los agentes que causan el estrés.

La valoración que se hace, de la dificultad inicial, es un factor determinante para que el insomnio sea un problema transitorio o crónico. Por ejemplo, la persona que duerme mal durante varias noches, pero sin preocupare por ello, es poco probable que desarrolle un insomnio preexistente.

Cómo afrontar el insomnio

Para romper el «círculo» del insomnio, es sumamente importante cambiar los factores que contribuyen a perpetuar esta situación; es decir, cambiar los hábitos inadecuados, que en principio surgieron como un intento de paliar sus efectos negativos.

En esta situación, es importante adoptar un papel activo en el cambio de estos aspectos.

Igualmente, siempre es necesario acudir con un experto para poder resolver esta situación, que sin duda afecta la calidad de vida de los pacientes. Además, los expertos recomiendan evitar el consumo de alcohol, tabaco y mantener una dieta balanceada para mejorar la vida de las personas.

Fuente: CuídatePlus

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