Hablar contigo mismo es algo más o menos habitual, aunque las personas lo vean como algo extraño. Los soliloquios son uno de los procesos más antiguos utilizados por las personas; cuyos beneficios son saludables, siempre y cuando sepamos cómo hacerlo de la manera correcta

Los beneficios de hablar solo, según los expertos, evidencian una mejora en la capacidad de memorización, atención y toma de consciencia; incluso puede convertirse en una herramienta de motivación.

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La finalidad de los soliloquios es diferente según la edad. Durante la infancia, los niños experimentan con las palabras a modo de juego; autores destacados, como el psicólogo ruso Lev Vygotsky, señalan que es importante en el desarrollo cognitivo, entre los niños de 7 y 9 años de edad.

Incluso, hay personas jóvenes que al vivir solos, llevan a cabo conversaciones con ellos mismos. De hecho, entre las personas mayores es algo sumamente frecuente.

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Hablar solo no es signo de locura

Cuando una persona habla sola, causa sensación a su alrededor. Sin embargo, no significa que tenga algún síntoma de locura, sino todo lo contrario. Dados los beneficios de los soliloquios, normalizar esto sería lo más ventajoso entre los seres humanos.

Asimismo, científicos señalan que en trastornos como la esquizofrenia sí son frecuentes, sobre todo los provocados por las alucinaciones auditivas. En estos casos, se considera como patológico. Igualmente cuando aparecen las risas inmotivadas a raíz de escuchar alucinaciones.

Beneficios

  • Ayuda a planificar
  • Estrategia para desahogarse
  • Mejora la memoria y la atención

Los psicólogos indican que hablar con uno mismo tiene un límete, sobre todo si lo atravesamos sin control, ya que puede volverse contraproducente. «Tiene un límite donde si lo atravesamos sin control, puede ser perjudicial», señalaron a CuídatePlus.

Además, uno de los aspectos más importantes en el autocuidado es cuidar la manera en la que hablamos.

A tu salud…