Por las infecciones urinarias en muchas ocasiones nos consultan a los ginecólogos por síntomas como: «tengo cistitis», «me duele o arde al orinar» o «quiero orinar a cada rato».

Estos son síntomas de infección urinaria baja, y es uno de los tipos de infección que más frecuentemente padece la mujer.  En algunos casos también pueden ser asintomática, como en los diabéticos, menopausia y el embarazo.

Hay que distinguirla entre una infección vaginal, que generalmente produce flujo y molestias con las relaciones. En ocasiones ambas infecciones están presentes.

¿Qué factores condicionan la ocurrencia de una infección urinaria?

El tracto urinario, desde los riñones hasta la uretra normalmente es estéril y resistente a la colonización bacteriana a pesar de la frecuente contaminación de la uretra distal con bacterias del colon. La principal defensa contra la infección del tracto urinario es el vaciado completo de la vejiga durante la micción. Otros mecanismos que mantienen la esterilidad del tracto son la acidez de la orina, las válvulas vesicoureterales, y diversas barreras inmunitarias y de las mucosas. Ciertas condiciones como el reflujo vesicouretral, la diabetes, litiasis o cálculos renales, malformación de las vías urinarias, e incluso el embarazo y la menopausia,  entre otros, pueden aumentar el riesgo de infecciones urinarias. Por tal razón, cuando la frecuencia de infecciones urinarias es mayor a una vez al año, debe realizarse una evaluación completa con el urólogo.

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¿Qué consecuencias puede traer?

Además de los molestos síntomas, las infecciones urinarias a repetición pueden traer daño al parénquima o tejido renal, favorece el desarrollo de cálculos renales. Una infección complicada en pielonefritis, aquella complicada con fiebre y malestar general que se debe a una infección urinaria alta o en los riñones, puede a su vez generar en sepsis. Además en el embarazo deben tratarse por el riesgo parto prematuro que conlleva. Además, el tratamiento prolongado con antibióticos favorece el desarrollo de infecciones vaginales por hongos.

¿Cómo podemos prevenir la infección urinaria?

Entre las medidas para prevenir este tipo de infecciones tenemos:

  • Mantener hidratada, al menos 5-8 vasos de agua al dia y evitar periodos prolongados sin orinar; recomendable orinar cada 3-4 horas, evitando mal acostumbrar a la vejiga a aguantar sin ir al baño
  • Es útil  recomendar la ingesta de arándanos en forma de tabletas o jugo por largos periodos, por su papel en evitar que las bacterias se adhieran a las paredes de la vejiga.
  • El uso de estrógenos tópicos en la menopausia es la primera alternativa para la resequedad. Mantener el equilibrio de la microbiota vaginal o flora, e incluso mejorar aquellos casos de resequedad vaginal en la menopausia, puede disminuir la recurrencia de infecciones vaginales y  urinarias.
  • La utilización de probióticos para disminuir las infecciones vaginales puede mantener un pH óptimo y evitar colonización de gérmenes.
  • La terapia con plasma rico en plaquetas es una excelente opción para la resequedad.
  • En ocasiones puede ser útil el hábito de orinar justo después de las relaciones sexuales.

Finalmente, si sospechas que tienes una infección acude al médico. Seguramente te indicara un urocultivo, que es la principal herramienta para la detección de este tipo de infección.

A tu salud…