El VIH, un virus que ha desafiado a la medicina por décadas, ataca directamente las células de defensa del cuerpo, dejándolo vulnerable a infecciones y enfermedades. Aunque los tratamientos antirretrovirales han logrado controlar la reproducción del virus en personas que viven con VIH, la prevención sigue siendo un pilar fundamental. Recientemente, un nuevo avance promete transformar esta estrategia preventiva a través de una inyección.
El Dr. Ilan Shapiro, Director de Asuntos Médicos y Corresponsal de Salud para Alta Meta de Los Ángeles, nos comparte una excelente noticia: la aprobación en Estados Unidos de un novedoso tratamiento preventivo inyectable contra el VIH. Este avance representa un cambio significativo en la lucha contra el virus, ofreciendo una protección duradera y simplificando el régimen de prevención actual.

Cómo funciona la nueva inyección preventiva contra el VIH
Hasta ahora, la principal estrategia preventiva era la PrEP (Profilaxis Pre-Exposición), que consiste en tomar pastillas diarias. La gran novedad radica en que este nuevo medicamento se administra mediante una única inyección que ofrece protección por seis meses. El Dr. Shapiro explica que esta inyección actúa bloqueando la entrada del virus VIH a nuestras células de defensa. Compara al VIH con una «llave» y a nuestras células con un «cerrojo»; este medicamento «tapa el cerrojo», impidiendo que el virus acceda y se reproduzca.
Mayor protección y adherencia simplificada
Los estudios comparativos entre la inyección semestral y las pastillas diarias revelaron una mayor protección con la inyección. Una de las mayores ventajas de este nuevo método es la simplificación de la adherencia. El Dr. Shapiro señala que a muchas personas se les olvida tomar una pastilla diaria o lo hacen a destiempo, lo que crea una ventana de vulnerabilidad. Con la inyección, la cobertura se mantiene constante durante medio año, reduciendo drásticamente el riesgo de olvidos y, por lo tanto, el riesgo de contagio.
Implicaciones y Desafíos de este Avance
Esta inyección está diseñada principalmente para la prevención en personas sin VIH que tienen conductas de riesgo o parejas seropositivas. Es un paso gigante hacia un control más efectivo del virus. Sin embargo, el Dr. Shapiro menciona un desafío importante: el alto costo del medicamento, que es considerablemente más elevado que las pastillas actuales. Esto podría limitar el acceso directo a este tratamiento, a pesar de su gran potencial para cambiar la trayectoria de la prevención del VIH.
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¿Para Quién es este Tratamiento?
Aunque la inyección es una herramienta poderosa, no es para la población general. El Dr. Shapiro aclara que, debido a los posibles efectos secundarios (dolor abdominal, malestar general) y al costo, se recomienda principalmente para personas con un riesgo elevado de contraer el VIH. Esto incluye a quienes mantienen conductas de riesgo o tienen parejas seropositivas, para quienes esta inyección podría representar una diferencia crucial en su protección y calidad de vida.

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