El llamado séptimo arte tiene facultades curativas, por eso podemos hablar de la filmoterapia como una forma de terapia. Pues, puede ayudar a las personas a superar complejos, traumas y estados de ánimos nocivos.
Así es, ver películas puede tener una serie de beneficios para la salud y mejorar la calidad de vida de las personas.
El cine como terapia alternativa no es un idea descabellada sino una posibilidad real. Afirmación que está fundada en razonamientos sostenidos por especialistas de salud mental, que han evidenciado en sus consultorios y desván el poder curativo del cine, en muchos de sus pacientes.
Los beneficios del cine en el alma humana son un hecho patente, porque existe el inconsciente individual pero también el inconsciente colectivo, que puede ser auscultado con medios como el cine, una buena novela, además de un sesión psicoanalítica.
El cine es el nuevo fármaco terapéutico
Sin embargo, explican muchos especialista que para que una película tenga efecto curativo y significativo en la vida de una personas es necesario que esta reconozca sin tapujos el problema emocional con el cual debe lidiar.
El segundo paso es que, una vez hecho el reconocimiento del problema, saber cómo medirlo, monitorear los cambios, la evolución del mismo con ojos imparciales, a manera de autoexamen.
La filmoterapia tiene la virtud de facilitar estos procesos de reconocimiento y seguimiento y evolución de los problemas existenciarios en las personas que pasan por momentos emocionales de particular importancia.
¿Cómo funcional la filmoterapia?
Quizá esta moderna y experimental práctica médica que busca curar con peliculas de cine a sus pacientes viene de tiempo atrás, de cuando los antiguos griegos usaban las representaciones de la tragedia griega para aleccionar a la polis, hasta que esta hicera catarsis y se purgara de todos lo males.
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Solo que en vez de hacer una representación de Sófocles, apelarán, los profesionales tratantes, a películas de cine. Por ejemplo, a la persona con problemas de alcoholismo se le aconsejará ver ciertas películas que toquen la temática del alcohol y sus estragos.
Por ejemplo, Las vegas, con Nicolas Cages, serviría para que la cinta tuviese un efecto de espejo en el espectador enfermo y este, como si padeciera un desdoblamiento, se viera reflejado en el personaje, que poco a poco toca más fondo y lo va perdiendo todo por culpa del alcohol.
Finales felices
No obstante cada pieza fílmica debe ser seleccionada con criterio. No debe ser muy pesimista como para no ofrecer ningún tipo de salida a la situación traumática, que no sea la muerte; cosa que pasa en Las Vegas. Si no un hálito de vida, que ofrezca esperanzas, superación personal y convicción por trascender los problemas.
En la filmoterapia el relato del film debe ser aleccionador, brindar vías de autorreconocimiento y solo terror. De una u otra manera brindar herramientas al espectador para que si proceso de reconocimiento, aceptación y posterior lucha para superar los complejos, sea exitoso.
Fuente: WebConsulta
