La flexibilidad es la capacidad de los músculos y las articulaciones para moverse a través de su máximo rango de movimiento sin restricción ni dolor. Mantenerla o mejorarla con ejercicios regulares, principalmente los estiramientos, es una inversión en la salud a largo plazo
El concepto de flexibilidad a menudo se asocia solo con atletas y bailarines, pero la flexibilidad es una cualidad física vital para el bienestar general y la calidad de vida de cualquier persona. (Imagen superior de Vlada Karpovich en Pexels).

Beneficios de la flexibilidad en la vida diaria
Incorporar ejercicios de estiramiento en la rutina diaria tiene un impacto significativo, ya que el sedentarismo y el envejecimiento tienden a reducir la elasticidad muscular y la movilidad articular.
- Mejora la postura corporal. Generalmente, al estirar los músculos acortados en el pecho, hombros y espalda, se ayuda a alinear la columna vertebral de manera más correcta, permitiendo al cuerpo mantenerse más erguido.
- Reduce el estrés y la tensión muscular. Así, el estiramiento ayuda a liberar la tensión acumulada en el cuerpo, favoreciendo la relajación física y mental. Incluso puede tener un efecto positivo en el estado de ánimo y la función cognitiva.
- Previene el dolor crónico. La flexibilidad adecuada en la zona lumbar y en las caderas puede ser clave para reducir y prevenir el dolor de espalda común.
- Mejora la circulación. Estirar aumenta el flujo sanguíneo hacia los músculos y las articulaciones. Así se facilita que el oxígeno y los nutrientes lleguen a los tejidos.
- Mantiene la independencia funcional. Con la edad, la flexibilidad es crucial para realizar actividades cotidianas sencillas como agacharse, levantarse o girar con facilidad.

Impacto en el rendimiento y la prevención de lesiones
Para quienes practican deportes o actividad física intensa, la flexibilidad pasa de ser un beneficio general a un factor de rendimiento y seguridad.
- Disminución del riesgo de lesiones. Los músculos flexibles son menos propensos a sufrir tirones, desgarros o tensiones al enfrentarse a movimientos bruscos o de gran amplitud.
- Optimización del rendimiento. En general, una mayor flexibilidad permite un rango de movimiento completo en las articulaciones, lo cual es fundamental para realizar la mecánica de movimiento de manera más eficiente y potente en cualquier disciplina deportiva.
- Facilita la rehabilitación. En caso de lesión, el estiramiento es una parte esencial del proceso para restaurar la movilidad de la articulación y la elasticidad del músculo dañado.

Tipos de ejercicios de estiramiento
Existen diversos métodos para mejorar la flexibilidad, siendo los estiramientos el grupo de ejercicios más común y accesible. Es importante calentar los músculos con unos minutos de actividad ligera antes de estirar para evitar lesiones.
- Estiramiento estático. Consiste en mantener una posición que estira el músculo hasta sentir una tensión suave durante un período de tiempo (generalmente 20 a 30 segundos). Ejemplos incluyen el estiramiento de cuádriceps de pie o la postura de la mariposa.
- Estiramiento dinámico. Implica realizar movimientos suaves y controlados que llevan a las articulaciones a través de su rango de movimiento, pero sin mantener la posición final. Se usa a menudo como calentamiento antes del ejercicio, como las zancadas con rotación de torso.
- Yoga y Pilates. Ambas disciplinas son excelentes para mejorar la flexibilidad y la movilidad, ya que combinan posturas mantenidas (estáticas) con movimientos fluidos (dinámicos) y control de la respiración.

La flexibilidad no es solo un atributo físico, sino un pilar fundamental para una vida activa, saludable y con menos dolor. Dedicar tiempo a estirar es un paso proactivo hacia el cuidado del cuerpo a cualquier edad.
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