Cuando los varones entran a la cuarta década de existencia, padecer de hiperplasia prostática benigna es una posibilidad no muy lejana. Pues los hombres de mediana edad deberían saber que ya comienzan a transitar un edad, donde las visitas al médicos para chequeos de rutinas debe ser una tarea impostergable.

No es que estén entrando en un ciclo de enfermedades sino más bien , se trata de prevenir, de estar más atento con la propia salud.

El tema de chequearse la próstata ha sido motivo de muchos chistes subidos de tonos, entre varones. Reflejan también una cantidad de prejuicios en los hombres cuarentones que se niegan a hacerse un chequeo de esta naturaleza.

Pero es necesario superar los prejuicios, porque la hiperplasia de la próstata no es un mal menor y exige la participación de los especialistas, para tratarlos.

¿Qué es la hiperplasia prostática benigna?

Dicho rápidamente, es cuando la próstata de los hombres que cursan ya la edad de los 40 años de edad, comienza a crecer de tamaño. A un punto que, puede comprometer la salud de la persona.

hiperplasia prostática benigna
Foto de Andrea Piacquadio en Pexels

El urólogo, doctor Soto-Rosa dice que en la medida en que se posterga el tratamiento de la enfermedad se comienza a experimentar un aumento del tamaño del volumen de la glándula prostática, que está ubicada debajo de la vejiga y alrededor de la primera salida de la uretra.

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Los efectos inmediatos en el aparato urinario masculino es el entorpecimiento de la función de la uretra. precisamente porque al estar obstruida por estrangulamiento, señala Soto-Rosa, la vejiga del hombre debe hacer un esfuerzo importante para poder funcionar de manera normal: el chorro de la orina debe tener el mismo calibre y la misma fuerza, hasta que llega un momento que, es tanto el crecimiento, que por más poderosa que sea la vejiga no puede contra esta obstrucción.

Cuando la hiperplasia prostática ha avanzado en el hombre de 40 años, este comienza a evidencia que su chorro miccional habitual es diferente, por ser más débil y de pocas cantidades.

La hiperplasia prostática incide en la calidad del sueño de los hombres

Una de las características de esta enfermedad es la alteración de la orina. dejando sensaciones de incompletitud en el vaciamiento de la vejiga en el hombre que la padece. A veces será solo goteos, en otras presentará urgencia miccional.

Otro rasgo de la enfermedad es que, reduce la calidad del sueño, alterando la capacidad de descanso del hombre que la padece.; y dado el caso, de la pareja. Pues se transforma en un problema donde el hombre no puede tener buen descanso y que perturba su pareja, que lo va a sentir orinar durante la noche varias veces, asegura el Dr. Soto-Rosa.

Si el curso de la enfermedad sigue avanzando como un maratonista keniano, y sin problemas, las consecuencias se iran agudizando. A tal punto que en vez de orinar por goteos, llegará un punto que deberá ser asistido por una sonda, para vaciar de manera óptima la vejiga.

Diagnóstico de la hiperplasia prostática benigna

Soto-rosa exhorta a que los varones que ta estén frisando la edad de los 40 años comiencen a considerar una próxima visita al médico. Sobre todo para descartar el cáncer de próstata, que es lo más usual.

El examen de urología consiste en la disposición de receptores de orina, que tienen la particularidad de ir midiendo la potencia de la micción en el hombre, o sea, el chorro de orina. Esto permitiría al médico especialista hacerse una idea del tiempo que invierte en orinar la persona. «Y de ahí en adelante se puede comenzar a hacer otros estudios que hagan falta para colocarle tratamiento y corregir el problema», añade el urólogo.

Tratamiento

No hay un tratamiento radical. Lo que se recomienda es un tratamiento que sea de carácter paliativo. En este sentido El hombre podrá orinar mejor con pastillas que van a reducir el tamaño de la próstata, y si sigue evolucionando con los años la solución definitiva será una cirugía mínimamente invasiva, resalta el Soto-Rosa.