Una de las cosas que más me dicen las chicas que se abren a contarme su experiencia, es que nadie les habló del tema de la sexualidad de la pareja, cuando atraviesan por problemas de fertilidad; que en ocasiones, se puede ver afectada por la presión, la ansiedad y la misma tristeza de no lograr el anhelado embarazo.

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Y sí, realmente existe muchas cosas que no nos dicen, pocas contamos con la dicha de ser asesoradas. Recuerdo cuando comencé este camino paso a paso. Donde lo primero, eran las relaciones dirigidas; y mi doctora, en ese momento, me dio un sabio consejo: “Que tu esposo no sepa que estas ovulando; invéntate algo, sedúcelo, haz que sea lo más natural para ambos; es el secreto para que las relaciones no se quiebren”. Y eso quedó tatuado en mí y la creatividad era siempre la protagonista.

¿Afecta la infertilidad en la sexualidad?

Y la respuesta es sí, sobre todo si la pareja no está informada. Una pareja que para lograr el embarazo debe realizar tratamientos de reproducción asistida, puede ver afectada su sexualidad de distintas formas; pues como todo, cada pareja es diferente.

Puede suceder que lleguen a obsesionarse con sus relaciones íntimas hasta evitarlas por completo, ir de un extremo a otro extremo. La sexualidad, durante un tratamiento, puede verse afectada porque él o ella pueden sentirse culpables de que no se produzca la concepción; o que, una vez lograda, se pierda.

Por otro lado, la pareja puede llegar a verse como objetos más que como personas, por las demandas mutuas de la pareja. O porque muchos experimentan la intervención del médico especialista como una invasión en el aspecto más íntimo de sus vidas; y pierden la espontaneidad y el deseo sexual, lo cual afecta tanto al hombre como a la mujer.

Adicionalmente, también es cierto que existen procedimientos médicos que, sobre todo en las mujeres, son algo molestos y repercuten en su disposición al contacto íntimo.

Los trastornos de la sexualidad pueden existir desde antes del diagnóstico de infertilidad; mientras que otros se instalan durante el tratamiento, y llegan a constituir un verdadero círculo vicioso. Por eso es importante prestar atención a este aspecto

Sobre todo, cuando las parejas no pueden ver la situación y la niegan; o se resisten a recibir ayuda de un especialista, pues si la infertilidad es un tabú optan por no hablarlo y más en estos casos.

Por error, muchas parejas creen que el problema se va a solucionar por sí solo; y eso es garrafal, ya que les hace perder mucho tiempo, además de privarlos de una convivencia más plena. Y recuerdo algo que siempre les digo: Disfruten de lo que tienen hasta que llegué lo que sueñan.

No podemos olvidar que cada persona vive la situación en forma diferente y no todos los tratamientos son iguales.

En algunas mujeres se puede ver dificultades para lograr la excitación sexual, por el estrés que padecen; y muchas veces, también, la imposibilidad de alcanzar los orgasmos, además de la reducción del deseo.

En algunos casos se instala alguna condición como el vaginismo, que le produce dolor y no permite la penetración. La mujer suele volverse hipersensible y llega a no tolerar ni siquiera que se le toque.

Por otro lado, en los hombres aparecen trastornos eyaculatorios como la eyaculación retardada o ausente y la disfunción eréctil; justamente en la fecha de las relaciones sexuales programadas, no necesariamente en cualquier otra fecha del mes.

La sexualidad y la infertilidad
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¿Es importante ir con algún especialista?

La sexualidad en pareja es una función Bio-psicoespiritual que puede alterarse. Y sin duda alguna, cuando todos estos aspectos funcionan en forma sincronizada y armónica, la sexualidad resulta más placentera; y también más efectiva en los aspectos reproductivos.

Cuando se tienen problemas en el área del placer o de la fertilidad, es porque existe un aspecto de la sexualidad que no está bien sincronizado con el resto de la persona. Al mismo tiempo, cuando hay trastornos de las áreas emocionales o existenciales, estos se expresan en el terreno de la sexualidad y en la capacidad reproductiva, tanto de la mujer como del hombre; esto es algo que no se puede dejar de lado.

Muchas emociones se meten en la cama durante un tratamiento de reproducción asistida y es necesario manejarlas positivamente.

Primero, aparece la idea de que “no somos normales, como los demás”. Este hecho suele provocar pensamientos tristes y hasta depresivos; a partir de allí, cada persona y cada pareja lo manejan de acuerdo a su historia previa, a la capacidad de resiliencia, es decir, de responder positivamente a esta situación.

Por eso es tan importante que la pareja se permita atravesar el tratamiento rodeada y ayudada por el equipo de fertilidad, incluyendo a la sexóloga, quien les enseñará a manejar recursos que solucionan las alteraciones, pequeñas o grandes, que pueda haber en el área sexual y/o vincular de la pareja; que muchas veces terminan desgastando la relación y paralizando o invalidando afectivamente a ambos. A veces solo se habla de ginecólogos, pero la verdad se requiere un equipo multidisciplinario.

Un aspecto que considero muy importante es el diálogo, hablar es una gran herramienta, pero muchas veces las personas no tienen el conocimiento que hace falta para que el contenido de lo que hablan los tranquilice mutuamente y los haga actuar de un modo diferente

Por eso, permitirse como pareja la intervención de un especialista, aporta un nuevo foco a la situación y la pareja puede sentirse un poco más aliviada y, al tener mayor conocimiento, ver las cosas más positivamente, ya que la responsabilidad se comparte con la sexóloga.

Para muchas parejas infértiles “hacer el amor” se transforma en “tener que hacer hijos” y lo que era un juego que se disfrutaba pasa a ser un deber, perdiéndose en parte la emoción de la intimidad sexual.

Los contactos sexuales con todos estos ingredientes, se limitan al objetivo de tener un bebé, existe un fin, que recuerda en todo momento el sufrimiento que provoca la dificultad para concebir un hijo.

Así pues, se tiende a perder toda la espontaneidad y desinhibición que necesita el sexo para resultar placentero y fortalecedor de la intimidad de la relación amorosa.

Por todo esto, cada vez es más importante, que los profesionales de la sexología y los equipos de profesionales multidisciplinares se unan a los centros de fertilidad, de esta manera poder realizar las valoraciones necesarias y el seguimiento de las parejas o pacientes que se someten a tratamientos de reproducción asistida y para realizar tanto terapia de pareja como sexológica si fuera necesario.

Nunca se avergüencen de pedir ayuda en el aspecto que ustedes como pareja necesiten.

Un gran abrazo,

Yuraima

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