Cada 10 de mayo se conmemora el Día Mundial del Lupus, una enfermedad autoinmune y crónica, que provoca inflamación de la piel junto a un daño en los tejidos de los órganos, afectando gravemente a la sangre, las células sanguíneas, las articulaciones y la piel.

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El lupus eritematoso sistémico está diagnosticado en más de 5 millones de personas en todo el mundo, siendo un enfermedad que afecta en mayor medida a mujeres que a hombres. Muchas veces comienza en plena adolescencia y cuyas causas no son del todo conocidas

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Los genes, las infecciones, el ambiente y los virus dan lugar a la aparición de esta patología. Las consecuencias psicosociales varían. Tras el diagnóstico de esta enfermedad, la ansiedad y el estrés se hacen eco en el día a día de la persona y su entorno.

Es menester y sumamente relevante que desde la psicología se aborde el lupus; tomando en cuenta el manejo de la enfermedad y la imagen corporal del paciente. Así se va promoviendo un estado físico, psicológico y social lo más positivo posible.

Los tratamientos cognitivo conductuales, focalizados en la reducción del estrés, han dado buenos resultados, junto a los tratamientos centrados en la atención plena

En este caso, la terapia y la psicoeducación son sumamente importantes para disminuir el impacto de la enfermedad en la vida de la persona, algo que resulta positivo como el asociacionismo. Resulta de gran utilidad los foros, además de los grupos de apoyo y de discusión de persona afectadas.

Una psicoterapia habitual resulta aconsejable, especialmente en momentos de fatiga o dolor importante. De tener alguna complicación, debes acudir al médico de tu confianza inmediatamente.

Con información de: Noticias en salud

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