El ciclo menstrual normal se caracteriza por una duración entre 21 a 35 días, contando desde el primer día de la menstruación hasta el siguiente primer día, y cuenta con una fase de pérdida de sangre, menstruación, que dura entre 3 y 7 días. El volumen de sangre perdido normal es difícil cuantificarlo, sin embargo podemos definirlo como normal cuando el cambio de toalla sanitaria es cada 3 o 4 horas, sin coágulos, y que no traspasa la ropa íntima. Esto corresponde aproximadamente a unos 30-80 ml por ciclo menstrual.
Siempre es importante aclarar que la variación menstrual puede ocurrir eventualmente, en cuanto a duración, número de días, o llegar antes de lo esperado. Normalmente en el siguiente ciclo se normaliza y habitualmente en estos casos no hay necesidad de acudir al ginecólogo.
En términos médicos anteriormente se llamaba menorragia o menometrorragia a aquellas menstruaciones que duraban más de 8 días, cuando la paciente sangraba continuamente desde la regla y se extendía más allá, o a los sangrados intermenstruales. Actualmente se prefiere solo describir las característica de la menstruación en cuanto al número de días, cantidad y si hay síntomas asociados como dolor.
Diferentes causas pueden ocasionar este síntoma
Desequilibrio hormonal: también conocido como hemorragia uterina disfuncional. En este caso, las hormonas estrógeno y progesterona, que regulan la acumulación del revestimiento del útero conocido como endometrio, se encuentran en desequilibrio y el endometrio se desarrolla en exceso y, finalmente, se desprende a través de un sangrado menstrual intenso.
Patologías endocrinas: el síndrome de ovario poliquístico, la obesidad, la resistencia a la insulina, diabetes y los problemas de tiroides.
Patologías del aparato reproductor femenino: pólipos uterinos, miomas o fibromas, infecciones pélvicas, adenomiosis, cervicitis, verrugas genitales, hiperplasia endometrial, cáncer del cuello uterino y cáncer de endometrio.
Dispositivos intrauterinos. Los primeros meses luego de la colocación de un DIU puede observarse un aumento de la duración y cantidad del sangrado menstrual, y debe mejorar 3 a 4 meses después. Sin embargo en algunas pacientes este síntoma permanece o empeora y es razón de evaluación médica para cambiar el método.
Trastornos de la coagulación: coagulación como la enfermedad de Von Willebrand, donde se presenta una alteración en los factores de la coagulación.
Enfermedades sistémicas: como el Lupus, enfermedades renales y hepáticas.
Patologías del embarazo: casos de aborto incompleto, embarazo ectópico, cursan con sangrados abundantes y de larga duración.
Otras causas: cuerpo extraño, laceraciones en vagina, cambio en la rutina de ejercicio, estrés, cambios en la dieta, antecedente de biopsias ginecológicas recientes, abuso sexual, medicamentos anticoagulantes como la warfarina.
Complicaciones asociadas a las menstruaciones abundantes
Anemia. se manifiesta como debilidad, cansancio y palidez cutánea generalizada.
Hemorragia severa. En el caso de prolongarse la duración y cantidad de sangrado menstrual, y progresar la causa que lo produce, puede presentarse una hemorragia uterina de difícil control que amerite la asistencia a un centro hospitalario como emergencia médica.
Dolor pélvico. Algunas patologías como la miomatosis uterina de gran tamaño pueden presentar este síntoma. En cualquier caso, la presencia de menstruación abundante y duradera, asociada a dolor pélvico, es motivo de evaluación médica.
Especialista en obstetricia y ginecología egresada de la UCV. Miembro de la sociedad venezolana de obstetricia y ginecología de venezuela. Especialista en Ecosonografía y Doppler en el área de Ginecología y Obstetricia
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