Las semillas de anacardo nos encantan porque nos ayudan a rebajar el LDL, a descansar mejor, a combatir la anemia e incluso proporcionan el ácido fólico necesario para el correcto desarrollo del feto
Merey o semillas de anacardo – Imagen superior de Shuvalova Natalia en Pexels
Los anacardos, también conocidos como merey, nuez de la India o marañón, son el nuevo fruto seco de moda. Suelen conseguirse pelados y tostados. Es muy difícil encontrarlos en otra versión, pero dejemos el intríngulis de la explicación para más adelante.
El origen los anacardos
Aunque el común de los mortales lo considera un fruto seco, el conocido merey es más bien la semilla de un árbol originario de Brasil. Con el paso del tiempo, los colonizadores portugueses llevaron las semillas a la India y paulatinamente fueron introduciéndose en el sudeste asiático y África. Actualmente, sus productores más importantes son Brasil, la India, Costa de Marfil y Vietnam.
La semilla del anacardo se encuentra en el interior de una nuez cuya cáscara contiene urushiol, una resina altamente tóxica que con un simple roce nos puede causar una dermatitis severa. ¿Y cómo se saca el fruto? El método empleado es un tratamiento de calor. Así, se desprende el fruto de la cáscara con seguridad, pero en el proceso también se acaba tostando el anacardo. Esto explica la dificultad de hallar en el mercado anacardos crudos y mucho menos en su cáscara.
Importancia de las semillas de anacardo para el colesterol
En general, el colesterol es una grasa presente en el organismo. Forma parte de las hormonas esteroides, membranas celulares y lipoproteínas. A su vez, tiene una importante función en la digestión de grasas a través de la bilis. El problema se origina cuando el colesterol excede los niveles normales. En estas circunstancias se generan depósitos de grasas que obstaculizan el flujo sanguíneo.
Los anacardos son grandes aliados para tratar y equilibrar los niveles de colesterol. Su aporte de ácidos grasos insaturados como el linoleico y el oleico reducen el colesterol malo e incrementan el bueno. Solo un puñado de anacardos al día tiene gran efectividad para la salud.
Un ejemplo de ello lo tenemos en los anacardos que consumidos de manera regular -con un puñado diario es suficiente-, pues reducen los niveles de colesterol alto al tiempo que incrementan el bueno. Todo ello gracias a su contenido en ácidos grasos insaturados, entre los que destacan el linoleico y el oleico. Los fitoesteroles del anacardo permiten mejorar los síntomas de la menopausia, convirtiéndolo en el snack ideal para afrontar los altibajos de esta época en la vida de una mujer.
¿Cómo incorporarlos a la alimentación?
El merey o semillas de anacardo se puede encontrar de distintas formas en el mercado: fritos, salados, recubiertos de chocolate, etcétera. No obstante, la mejor manera de comerlos a diario es mediante las semillas crudas, sin nada añadido.
Combinan muy bien en distintos platos. Veamos a continuación algunas opciones.
- Con arroz basmati, ya sea salteado con especias o con una mezcla de verduras.
- Con verduras sofritas.
- En ensaladas verdes, como un ingrediente más o triturados finos para dar un toque crujiente a la salsa.
- También se pueden comer solos como un tentempié a media mañana o a media tarde.
Fuente: Mejorconsalud