El estrés y la ansiedad forman parte natural de la vivencia humana. Descubrir maneras de tratarlos y reducirlos es primordial para nuestra salud. Entender las técnicas del mindfulness para reducir la ansiedad es un paso eficaz que se puede ofrecer para proteger su paz mental.

¿Qué es el mindfulness?

El mindfulness es una manera de aterrizar en el presente prestando atención, en todo momento, a sus sentimientos, sensaciones físicas y ámbito exterior. Los ejercicios y técnicas de atención plena tienen la posibilidad de ayudarnos a desarrollar una tolerancia sin prejuicios de nuestros propios pensamientos y sentimientos. En vez de intentar modificar las cosas, repetir el pasado o imaginar un futuro, permanecemos en el instante.

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Imagen referencial cortesía de Thirdman en Pexels

Beneficios del mindfulness

Los resultados positivos de la meditación consciente existen ya hace un largo tiempo. La iniciativa budista de «sati» se ha usado a lo largo de centenares de años para contribuir en los seguidores a conseguir un estado de tranquilidad (educación elemental del budismo).

En la actualidad, el mindfulness interesa a un público todavía más extenso. En la psicología occidental, varios doctores y expertos de la salud psicológica han notado lo eficaz que podría ser para intentar la ansiedad, la depresión y otros inconvenientes de salud psicológica.

Hay varias prácticas básicas pero efectivas que fueron científicamente probadas para contribuir a minimizar los signos de ansiedad.

Maneras de reducir la ansiedad

La práctica del mindfulness es vieja. Una vez que inicie, recuerde que «simple lo hace». Como introducción, empiece por integrar los próximos ejercicios básicos en su vida cotidiana.

Desacelerar

La vida es ajetreada y es importante intentar frenarla. Tómate un instante de tiempo para experimentar el planeta que te circunda. Convierte vivencias sensuales primordiales como saborear, tocar, oler o sentir en un acontecimiento. Por ejemplo, si estas comiendo tu comida preferida, reduce la rapidez con que comes para gozar realmente y percibir sus sabores y texturas.

Vive el instante presente

Fíjate en lo que pasa a tu alrededor y trata de aceptar lo que se te presente. Goza intencionalmente el disfrute de los placeres básicos de un día.

Autoaceptación

Observe y detenga cualquier diálogo interno negativo sobre usted mismo. Incremente su conciencia de cualquier mensaje duro o irrazonable que se expida a usted mismo. Responde a ti mismo de la misma forma que responderías a alguien que te importe

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Fíjate en tu respiración

Una vez que notes que tienes pensamientos negativos sobre ti mismo, recuerda respirar. Siéntese y sencillamente inhale y exhale. Note el aire moviéndose por su cuerpo. Esto puede traerle tranquilidad inclusive luego de 1 o 2 min.

Mientras reconozca gradualmente la práctica del mindfulness en su vida, estas son varias de las zonas de enfoque. Sin embargo, si quiere añadir ejercicios más específicos, puede empezar con los siguientes métodos:

Reflexión de cuerpo completo

Inicie por recostarse en su cama o en el suelo. Deje que sus brazos y manos se relajen al costado de su cuerpo. Cierre los ojos y empiece a respirar. Poco a poco, dirija su atención a cada parte de su cuerpo, empezando en la parte superior del cuerpo o en sus pies. Observe cómo se siente y si nace alguna emoción en especial.

Reflexión sentada

Inicie en una postura sentada. Mantén tu espalda recta. Inhala y exhala. Deje que su mente se concentre en el flujo de aire. Si nota cualquier pensamiento o sentimiento en su cuerpo, intente no distraerse. Tenga presente que están sucediendo, pero concentre su atención en su respiración.

Reflexión a pie

Busque un espacio tranquilo para caminar. Muévete fácil y muy lento. Observe cómo se siente la vivencia de caminar con tu cuerpo. Note las distintas sensaciones en tu entorno. Sigue a pie y deja que todo se mueva por medio de ti.

Fuente: noticiasensalud

Foto destacada por: Kelvin Valerio en Pexels

A tu salud…