A medida que nuestra vida en pareja madura, todo comienza a evolucionar, pasa el tiempo y los intereses cambian, las emociones incluso las amistades. Cuando menos te das cuentas cuenta, comienzan las reuniones donde estamos rodeados de cochecitos de bebé, niños jugando, biberones, pañales… tú piensas ¿Cuándo llegará mi momento?
Y no es que no lo hayas intentado, lo sé y te entendiendo, porque quizás ya hasta lo has intentado tanto que pudieras sentirte agotada.
Es ese sentimiento ambiguo, donde al mismo tiempo sientes la alegría y felicidad de los padres, recuerdas las veces que en tu corazón has sentido emociones muy diferentes y te has dicho: quiero ser madre y no puedo.
Cada día son más las mujeres que requieren ayuda de un profesional ante este problema. Pues se viven momentos dolorosos cuando la maternidad, que ya se ha convertido en un intenso deseo en ti, se te ha vuelto difícil, incluso sientes que inalcanzable. De esta manera nuestras emociones están a flor de piel
Y es que hay una realidad que no podemos negarnos, las mujeres tenemos un tiempo limitado para ser madres biológicas, aunque esto nunca queramos aceptarlo. Y muchas veces nos condenamos por haber tenido que tomar decisiones que no siempre llegan en el mejor momento y que de alguna manera nos han hecho retrasar la maternidad.
Tengo 34 años, me casé desde los 25 años y muchos dirán que esperé demasiado, quizás sí, quizás, no, pero esa etapa la superé, dejé de darme con ese látigo, comencé mi búsqueda a los 29 años, sí joven para muchos aún, pero ni remotamente imaginé qué me deparaba la vida.
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Con cuatro años y tanto en este camino, miles de hormonas e inyecciones, infinitos ecos, tratamientos, un embarazo, una pérdida, tres cirugías en fin…. Quién se puede imaginar tantas cosas cuando tomaste la decisión, la meta era ser mamá, qué complejo para muchas.
Y esa es mi historia, pero hay tantas más, como estas:
Mi pareja no quiere tener hijos aún, pero yo quiero ser madre … y tengo 41 años ya. O, mi pareja es más joven, quiere tener hijos pero por ahora siente que es pronto, que hay mucho que disfrutar, pero yo no puedo esperar, tengo que ser consciente de mi edad.
Tengo ya mis años; pero no tengo trabajo estable y estoy comenzando con mi pareja…
Y ¡¡¡siiii!!!! Quizás le damos muchas vueltas a las cosas. Pero hay circunstancias que son vitales: condiciones económicas, de vivienda, laborales, de pareja y hasta de familia, que hacen que la decisión de ser madre, en algunas ocasiones, nos resulte compleja.
Pero casi siempre el margen para retrasar esa decisión es muy delgado. Y esta situación genera emociones de mucha de gran ambigüedad.
Una vez que dices “ya es mi momento” y no llega tan fácil, la revolución emocional es peor, porque además crecimos con el método del castigo, nos encanta autocastigarnos
Y allí comienzan las lamentaciones, los por qué esperé, por qué esto, por qué aquello.
Pasas por un tiempo de dudas e incertidumbre que encierra presión, miedo, estrés, angustia, injusticia, rabia, impotencia, tristeza, indecisión…
Y es importante aprender a identificar todas estas experiencias y emociones, conocer y también analizar por qué te ocurren, para comenzar a gestionarlas.
Desgraciadamente, actualmente son muchas las personas y parejas que tienen dificultades para ser padres. Y también, son muchos los que no tienen ni con quien hablar del tema.
Siempre oí que la naturaleza es muy caprichosa y en mi caso qué cierto ha sido; se vuelve muy exigente ante lo que representa para muchas la llegada de uno de los mayores regalos de esta vida, tener hijos. Que finalmente llegue ese deseado y soñado embarazo.
Y es que son tantas cosas, las revoluciones del mundo actual, nuestro ritmo de vida en esta sociedad, e incluso, hábitos que no siempre nos ayudan. Si a eso sumamos que nos encontramos en una sociedad donde todo lo queremos para ya, la presión indiscutiblemente aumenta. Tenemos poca paciencia, baja tolerancia al fracaso, incertidumbre, lo que hace que todas las dificultades que se nos presenten nos hagan sentir todo el proceso muy cuesta arriba y por supuesto no siempre sabes gestionar esta gran maraña.
Muchos de los que hemos tenido que ser pacientes de fertilidad hemos pasado por situaciones diversas, varios abortos, tratamientos de fertilidad, inseminaciones, ovodonaciones. Llega un punto en el que nos encontramos sobrecargados, decepcionados y agotados, necesitamos recobrar paz, eso está bien permitírselo
En estos momentos la pregunta que nos hacemos es por qué me siento tan mal, porque me siento molesto y no sé ni con quién; estoy molesta, queremos soluciones, pero al no encontrarlas tan rápido, entonces queremos un culpable, un responsable de que tengamos que enfrentar todo esto.
Siempre la solución está en cambiar la perspectiva y volver a flote. Si no puedes cambiar eso que no está en tus manos, cambia el objetivo, que este sí lo puedes controlar.
El objetivo no es que puedan ser padres, es aceptar de la mejor manera la situación en la que estás, aprendiendo de nuestras experiencias y emociones, manejando las expectativas y asumiendo una posibilidad, de que las cosas no siempre serán exactamente como las deseamos
Entiendo porque lo vivo, no es fácil cambiar la perspectiva, pues no les hablo de nada que no viva, sé también que ese deseo no se borra del corazón y no es lo que te pido, tu sueño es tuyo y debes adueñarte de él, pero también debes aprender a descansar.
Es muy importante que entiendas que después de la tormenta siempre llega la calma; aunque les parezca imposible, en algún momento, todos y todas, tenemos una extraordinaria capacidad de superación y adaptación, no puedes dudar de eso. No es malo explorar y dejar fluir cada una de las emociones que presentamos en esta etapa.
Esta maravillosa capacidad se llama resiliencia. Es un valor intrínseco de cada ser humano y no es más que la capacidad para sobreponerse a periodos de dolor emocional y situaciones adversas. Una persona resiliente es capaz de superar y además de aprender de las adversidades
Y cómo todo en la diversidad humana, no está presente del mismo modo en todas las personas, y tampoco es igual en todas las situaciones, es por ello que podemos necesitar ayuda profesional para superar algunos procesos emocionales más intensos.
Creemos que la vulnerabilidad nos hace débiles pero la verdad es muy valiente saber cuándo pedir ayuda, conocer cuando la situación hace que nos superemos…
¿Cómo las dificultades para poder tener hijos?
Cuando nos encontramos ante esta situación, lo principal es reconocer que nos enfrentamos a una pérdida emocional y que debemos aprender a superar un duelo emocional. Desde mis vivencias me atrevo a recomendarte:
- Continúa con tus actividades diarias, tu día a día, con tu normalidad. En la medida de lo posible es importante que te mantengas viviendo y disfrutando de cada momento.
- Aprende a pedir ayuda a tus seres queridos, busca tus centros de apoyo (siempre tenemos personas que para nosotros son indispensables en los momentos difíciles), aprende a compartir tus emociones con tu pareja y a tomar tiempo para desahogarte, pero no te quedes siempre allí, continúa.
· Cuando tengas dudas, habla con tus médicos especialistas, por favor NO te compares con otras personas o parejas que están pasando por una situación parecida, pues cada pareja es distinta, un caso es único y no tiene que ser igual para otros como para ti
- Identifica qué son esas emociones que llegan a ti. Intenta siempre estar en el aquí y en el ahora; en lo que está sucediendo, evita dar vueltas al pasado, ya es algo que no podemos cambiar); cuida mucho esa tendencia que tenemos de ir de prisa y adelantarnos a vivir lo que no ha pasado.
- NUNCA DEJES DE DISFRUTAR, sigue por favor disfrutando de la intimidad con tu pareja, disfrutar tus relaciones sexuales, de cada caricia, beso y abrazo, no te limites únicamente las relaciones íntimas en tus días fértiles. Cambia ese enfoque.
Espero que parte de mis vivencias pueda ayudarte a ti que no escogiste el camino pero llegaste aquí. Recuerda que podemos compartir un poco más a través de mis redes sociales @mipropositocreandovida.
Te abrazo.
Att: Yuraima Medina
Farmacéutico Mención Sanitario Asistencial egresada de la Universidad Central de Venezuela. Hoy soy especialista en Marketing digital y ventas. También conferencista y espera llevar a muchas tarimas, cómo ha logrado mantener su sueño vivo, como se ha sobrepuesto a los momentos difíciles de su camino, y por supuesto su milagro cuando llegue a sus brazos. Tiene un su primer proyecto editorial “Mi propósito creando vida”.
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