Los beneficios de una dieta adecuada para mantener a raya los principales factores de riesgo cardiovascular, como el colesterol, triglicéridos y la hipertensión

Además hay ciertos nutrientes cuyo papel protector resulta clave en la recuperación de un infarto; se trata de los omega 3, según Lina Robles, nutricionista del Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela.

Numerosos estudios y ensayos clínicos indican que el consumo de estos ácidos grasos reduce de manera significativa la mortalidad por enfermedad coronaria, incluyendo el infarto de miocardio y la muerte súbita cardiaca en la población con o sin enfermedad cardiovascular diagnosticada”.

Texto original de Carla Nieto

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Lo último que se sabe al respecto es que en el caso de las personas que han sufrido un infarto agudo de miocardio, esta protección se extiende en el tiempo, “blindando” al corazón frente a un nuevo evento cardiovascular, tal y como ha demostrado un estudio reciente

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Asimismo los expertos constataron que este efecto protector se debe la acción sinérgica de dos tipos de ácidos grasos omega 3: el ácido alfalinolélico.

Marisa Calle, miembro del Comité de Nutrición la Fundación Española del Corazón, señala: “El AAL disminuye el riesgo de infarto de miocardio y de enfermedad isquémica cardíaca, sobre todo en mujeres, mejorando el metabolismo de las células cardiacas. Además, tiene capacidad antiarrítmica, que es uno de los problemas o consecuencias derivadas de haber tenido un infarto de miocardio. Su manera de actuar a nivel cardiaco es disminuyendo el riesgo de repolarización prolongada, y acortando los intervalos de tiempo de la actividad eléctrica del corazón”, agrega.

Respecto a las fuentes alimenticias de estos dos tipos de ácidos grasos omega 3, Calle reitera que el ácido alfalinolélico se encuentra fundamentalmente en algunos frutos secos como nueces, chía y aceite de colza.

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«Ambos ácidos contribuyen a mantener la función cardiaca normal, tienen un moderado efecto protector frente a la aparición de trombos y disminuyen la inflamación que se produce en las arterias”, razones todas ellas de peso para incorporarlos a la alimentación habitual.

En el caso concreto de los pacientes infartados, la pauta a seguir al incluir en su dieta los ácidos grasos poliinsaturados omega 3 y también de los omega 6 (ambos tipos son los más beneficiosos a nivel cardiovascular) es que su ingesta aporte el 10 por ciento de las calorías diarias totales, según explica Lina Robles: “Esto se consigue, por ejemplo, consumiendo entre 3-5 raciones de pescado a la semana, intentando que al menos dos raciones sean de pescado azul”, señala

La nutricionista aconseja también tener en cuenta las directrices recomendadas para consumir los otros tipos de grasa presentes en la dieta: los ácidos grasos saturados y los monoinsaturados. Respecto a los saturados, presentes en los alimentos de origen animal, su consumo no debe superar el 8-10 por ciento de las calorías totales diarias. “En este caso, sería recomendable, por ejemplo, sustituir los lácteos enteros por desnatados. Retirar la grasa visible presente en las carnes y sustituir las mantequillas por el aceite de oliva”.

Los ácidos grasos monoinsaturados (su fuente principal es el aceite de oliva) deben aportar el 15 por ciento de las calorías totales, “lo que se consigue con el consumo de aceite de oliva diario”, afirma Robles.

Suplementos de aceite de pescado: ¿una buena opción?

La necesidad de consumir los suplementos/complementos alimenticios de aceite de pescado como fuente “adicional” de ácidos grasos omega 3 y omega 6 es una cuestión que está actualmente en pleno debate, según refleja el documento informativo sobre este tema de la Harvard Medical School: “Algunas investigaciones dicen que tomar un suplemento diario de aceite de pescado puede reducir el riesgo de ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares, mientras que otros estudios señalan que la evidencia al respecto sigue siendo escasa”.

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Los omega 3 se encuentran en:

  • Pescados azules
  • Frambuesas
  • Aguacate
  • Fresas
  • Coliflor
  • Rábanos
  • Espinacas
  • Legumbres
  • Soja
  • Quinoa
  • Frutos secos
  • Aceite de oliva y aceites vegetales
  • Aceite de pescado

Los omega 6 se encuentre en:

  • Semillas y sus aceites
  • Frutos secos
  • Cereales integrales
  • Quinoa
  • Carnes (especialmente aves)
  • Huevos
  • Algunas margarinas

Con información de: CuídatePlus

A tu salud…