El paludismo, también conocida como malaria, es una enfermedad infecciosa parasitaria que se transmite por la picadura de mosquitos hembra infectados del género Anopheles. Afecta a millones de personas en todo el mundo, especialmente en regiones de África, Asia y América Latina.

En Venezuela, el paludismo representa un problema de salud pública que afecta a miles de personas. El doctor Rafael Orihuela, médico epidemiólogo y exministro de Salud, ofrece una perspectiva histórica sobre la enfermedad en el país, destacando su persistente amenaza para el bienestar de la población.

Desarrollo histórico en Venezuela:

El paludismo, conocido como malaria, ha dejado una profunda huella en la historia de Venezuela desde la época colonial, convirtiéndose en una de las principales causas de morbilidad y mortalidad. El doctor Rafael Orihuela describe el impacto devastador de esta enfermedad: «En el lapso de 1900 a 1935, Venezuela tenía tres millones de habitantes, pero no podía desarrollarse porque estaba cercada por la malaria o el paludismo».

En 1945, se inició una lucha frontal contra el paludismo en el país, empleando dos estrategias principales: el control sanitario para evitar la propagación de mosquitos y la campaña de insecticidas. Estas medidas lograron reducir drásticamente los índices de la enfermedad, llevando a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a declarar a Venezuela libre de paludismo a finales de la década de 1960.

Sin embargo, a partir del 2012, los casos de paludismo comenzaron a aumentar de forma alarmante. En 2019 y 2020, se alcanzó un récord negativo de 500.000 casos en el país, según lo señala el doctor Orihuela: «Cifra récord que tumba todo el esfuerzo que se había hecho entre el 60 y el 90».

Paludismo

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Prevención del paludismo:

La prevención del paludismo en Venezuela es fundamental para controlar la enfermedad y reducir su impacto en la salud pública. Las medidas más importantes incluyen:

  • Fortalecer la vigilancia epidemiológica: Ampliar la cobertura y mejorar la calidad de los datos para identificar focos de transmisión.
  • Reforzar el control vectorial: Implementar estrategias integrales que incluyan control de criaderos, eliminación de mosquitos adultos y protección personal.
  • Garantizar el acceso a diagnóstico y tratamiento: Asegurar la disponibilidad de pruebas diagnósticas y medicamentos antimaláricos eficaces.
  • Educación y comunicación: Implementar campañas de sensibilización y promover medidas preventivas entre la población.
  • Inversión en investigación y desarrollo: Apoyar la investigación sobre epidemiología, control vectorial y resistencia a medicamentos.
  • Enfoque multisectorial: Establecer un comité nacional, fortalecer la colaboración intersectorial y asegurar la asignación de recursos.
  • Fortalecer la cooperación internacional: Colaborar con organismos internacionales para acceder a recursos y compartir experiencias.

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Esfuerzo conjunto y sostenido:

Abordar el resurgimiento del paludismo en Venezuela requiere un esfuerzo conjunto y sostenido por parte del gobierno, organismos internacionales, sector privado, academia y comunidades. La implementación efectiva de medidas es crucial para avanzar hacia la eliminación del paludismo como problema de salud pública en Venezuela.

Trabajemos juntos para combatir el paludismo y construir un futuro saludable para Venezuela.