El tiempo que los niños pasan frente a las pantallas genera crecientes debates y preocupaciones. Una reciente investigación sugiere una conexión bidireccional: el aumento del tiempo de pantalla no solo es causa, sino también consecuencia del mal comportamiento infantil. Para desentrañar este complejo vínculo, conversamos con el Dr. Ricardo Montiel, pediatra y especialista en medicina adolescente.
El Dr. Montiel reconoce la abundante información, a menudo alarmante, sobre la exposición a pantallas. Sin embargo, enfatiza la necesidad de evaluar la calidad de los estudios científicos. Si bien no es novedoso que el uso excesivo y sin supervisión pueda afectar la conducta de los niños, comprender el «por qué» y cómo manejarlo es crucial para padres y cuidadores.

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Impacto de las Pantallas en el Desarrollo Cerebral
El doctor Montiel destaca que estudios más formales indican una limitación en el desarrollo de ciertas áreas de la corteza cerebral con una exposición ilimitada y sin control a las pantallas. No se trata de una inhibición o involución, sino de un crecimiento más lento. La clave, según el experto, reside en la ausencia de supervisión parental. Cuando los padres no controlan este proceso y entregan los dispositivos de forma libre, establecen un «reflejo condicionado» donde la pantalla se convierte en la única forma de entretenimiento ante el aburrimiento o la incomodidad, lo que puede generar problemas de conducta al intentar retirarla.
Uso Racional de Dispositivos: Recomendaciones Claras
El mensaje principal del Dr. Montiel es la racionalidad y el uso correcto de estos dispositivos, especialmente en niños pequeños. Menciona las recomendaciones de la Academia Americana de Pediatría, que sugiere cero pantallas hasta los 2 años. Aunque el doctor la considera «un poquito extrema», reconoce la importancia de la supervisión. Si el uso se supervisa y es adecuado, no surgirán problemas. Sin embargo, entregar un dispositivo sin restricciones es problemático. Para los adolescentes, la sugerencia de ocho horas semanales por parte de la Academia Americana de Pediatría parece «irracional e irreal» dadas las realidades actuales, como el uso de pantallas para las clases virtuales.
La Clave es el Control Parental y la Proactividad
El Dr. Montiel reitera un punto fundamental: los padres deben estar activamente involucrados en el proceso. No se trata de prohibir por completo las pantallas, sino de enseñar a los niños a «usar la pantalla, no que la pantalla los use a ellos». La supervisión, el establecimiento de límites claros y la oferta de alternativas de entretenimiento son esenciales. El doctor desestima los videos virales de reacciones extremas al retirar pantallas como casos aislados y poco representativos de la mayoría, aunque sí sirven como alerta sobre los posibles riesgos de la falta de control.
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Conclusión: Padres Informados, Niños Sanos
La relación entre el tiempo de pantalla y el comportamiento infantil es compleja, pero el Dr. Ricardo Montiel aclara la importancia del uso racional y la supervisión activa de los padres. Entender que las pantallas pueden influir en el desarrollo cerebral y que la falta de control genera patrones de dependencia resulta vital. Al implementar límites adecuados y ofrecer acompañamiento, los padres pueden guiar a sus hijos hacia un uso digital saludable y beneficioso.

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