La degeneración macular es otra señal de que el tiempo pasa por nosotros, no sin dejar consecuencias en nuestra salud. Por esto, se hace imperativo buscar maneras de hacer este transito hacia la vejez, con salud y bienestar. Y no lo contrario, un conjunto de dolores que se van sumando uno a uno, afectando nuestras facultades.
Para fortuna de todos, la ciencia farmacológica ha dado importantes avances, creando medicamentos como pegcetacoplan que ayudan a que la pérdida de la visión no se tan rápida en los adultos mayores.
¿Qué es la degeneración macular?
En el centro de la retina está una mácula. Esta se va deteriorando, de manera importante en ciertos casos, con el paso del tiempo. Es decir cuando nos vamos haciendo más viejos. Tal fenómeno se conoce como degeneración macular y su degeneración paulatina produce la pérdida de la visión.
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Este proceso degenerativo de la vista o la visión es más frecuente de lo que se cree. Son millones los adultos mayores que han sido diagnosticados con DMAe, o diagnóstico de DMAE.
Desgaste macular y herencia genética
El diagnóstico DMAE la pueden sufrir muchas personas, muchos adultos mayores. Sin embargo, los especialistas han encontrado que esta patología tiene mayor prevalencia en aquellos adultos mayores que muestran una predisposición genética a la enfermedad.
Teniendo en cuenta este dato, un grupo de científicos ha trabajado para crear un medicamento que sea efectivo en este grupo de personas con predisposición genética. Así es, el fármaco pegcetacoplan viene a retrasar de forma significativa los síntomas de esta patología en adultos mayores, con antecedentes familiares de la enfermedad.
El fármaco Pegcetacoplan para el diagnóstico de DMAE
El medicamento fue aceptado hace pocos meses por la CE (Comisión Europea), como fármaco coadyuvante en el tratamiento adultos con la hemoglobinuria paroxística nocturna, que han sido diagnosticado con anemia. El grupo de científicos hizo un estudio con más de 150 voluntarios que presentaban atrofia geográfica secundaria secundaria de DMAE.
El ensayo clínico se hizo aplicando inyecciones en estos pacientes con una periodicidad de un mes o cada dos meses; pero a un tercer grupo se le hizo un placebo. El resultado fue positivo. Pues, los efectos del ensayo clínico mostraron que en varios de los voluntarios el medicamento en cuestión retrasó la aparición de la patología macular; los que fueron inyectados una vez al mes y los que fueron inyectados dos veces al mes. Estos últimos retrasaron más la aparición de la degeneración macular.
Fuente: webconsulta
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