La pérdida involuntaria de orina al toser, estornudar, reír o hacer ejercicio son conocidas como incontinencia urinaria de esfuerzo debido al debilitamiento de los músculos en el área pélvica.
Generalmente, se asocia la pérdida de orina con mujeres mayores de 40 años. Sin embargo, las fugas también afectan a mujeres más jóvenes y a hombres, aunque en menor medida.
De hecho, según la Asociación Americana de Urología, se estima que una de cada tres mujeres experimentará pérdidas de orina en algún momento de su vida.
Causas de pérdidas involuntarias de orina
Las causas de esta incontinencia por esfuerzo están relacionadas con la capacidad de la vejiga y los músculos circundantes, como el esfínter y el suelo pélvico, para retener y liberar la orina. Estos músculos controlan la liberación de la orina al relajarse y la retención al contraerse.
La debilidad del suelo pélvico puede deberse a varias razones, especialmente en mujeres. Además de la edad, el embarazo y el parto vaginal son factores importantes.
Durante el embarazo, la presión sobre estos músculos aumenta, y en el parto, si se realizan episiotomías o hay desgarros en el área del periné, aumentan las probabilidades de padecer incontinencia.
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Prevenir la pérdida involuntaria de orina esporádicas es crucial
A menudo, estas fugas pueden ser motivo de preocupación y dificultar la vida diaria. Es fundamental consultar a un profesional médico para identificar las causas y evaluar el estado de los músculos pélvicos. El tratamiento puede variar según las circunstancias.
Si la debilidad es resultado de hábitos poco saludables, como fumar o beber alcohol, cambiar estos comportamientos es el primer paso. En casos de mujeres que han tenido partos vaginales, el ejercicio dirigido a fortalecer la zona es común, ya sea mediante los ejercicios de Kegel o abdominales hipopresivos. Es esencial recibir orientación de expertos para realizar correctamente estos ejercicios.
Fuente: WebConsulta
